La holandesa Ferrovial ha retrasado la presentación de sus cuentas financieras trimestrales hasta el cierre de los mercados bursátiles de Wall Street. La multinacional con sede social en Países Bajos desde hace poco más de un año, tras la mudanza desde su Madrid natal, ha adaptado la presentación de sus resultados financieros no a la normativa holandesa de Países Bajos, sino a la de Estados Unidos, al otro lado del charco. Así, la multinacional de los del Pino ha revelado sus cifras del primer trimestre alrededor de las 22:30 horas de la noche hora española, con la correspondiente comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) española -por seguir cotizando en el Palacio de la Bolsa madrileño- casi a las 23 horas de la noche del lunes.

Desde hace poco más de un año Ferrovial es una empresa holandesa, con sede social en Países Bajos. Sin embargo, los del Pino han decidido adaptar su información financiera -o más bien el horario de presentación de las cuentas al mercado- a la normativa estadounidense. Y es que la compañía ha presentado sus cuentas trimestrales en euros, y no en dólares, a pesar de haber adaptado el horario a Wall Street. Ferrovial ha retrasado su reloj para adaptarse a Estados Unidos y no para hacerlo en el país en el que se ha establecido tras mudarse de España. Y es que Ferrovial ha conseguido finalmente desembarcar en Wall Street la semana pasada, tras sufrir también un retraso de más de un mes en sus planes para potenciar la internacionalización de la compañía.

La constructora explicó en todo momento que el traslado de su sede social de Madrid a Ámsterdam era un “paso previo” para cumplir con el que -sobre el papel- era su verdadero objetivo: llegar a cotizar a Wall Street. Un trámite intermedio que la multinacional no tenía por qué llevar a cabo para alcanzar la deseada triple cotización en Nueva York, Países Bajos y la bolsa española. La embajadora de Estados Unidos en España así se lo recordó, como también lo hizo el presidente de la CNMV, el regulador de la bolsa española. Sin embargo, Ferrovial mantuvo en su argumentario que el cambio de sede a Países Bajos era necesario para la internacionalización de su negocio.

Poco más de un año después de su desembarco en Ámsterdam, con la primera junta de accionistas celebrada ya en terreno holandés, la multinacional ha optado por presentar sus cuentas trimestrales en horario estadounidense y no donde tiene radicada su sede social. La multinacional de los del Pino ha conseguido, después de 40 días de retraso, el visto bueno de la SEC, el regulador estadounidense, para estrenarse en Wall Street. Lo ha hecho en el Nasdaq con una primera jornada marcada por la volatilidad de sus acciones. Sin embargo, su sede sigue estando en Ámsterdam y, por tanto, podría entenderse que este debería ser su mercado principal.

Sin referencias a Países Bajos 

Nada más lejos de la realidad. La cúpula de Ferrovial, con Rafael del Pino como presidente y máximo accionista a la cabeza, apenas hizo referencias a Países Bajos o Ámsterdam durante la primera junta de accionistas celebrada en territorio holandés en abril de 2024, hace apenas un mes, sino que centró su argumentario en su avance en Estados Unidos. Y eso es lo que ha hecho el consejero delegado de la holandesa, Ignacio Madridejos, en las cuentas del primer trimestre del ejercicio. “Una vez más, los resultados del primer trimestre reflejan el buen comportamiento de nuestros principales activos de infraestructuras, especialmente en Estados Unidos”, asegura el CEO de Ferrovial en la nota de prensa de los resultados del primer trimestre.

Esta no es la única referencia de Ferrovial al principal mercado del otro lado del charco en la presentación de sus cuentas trimestrales ya que el consejero delegado ha celebrado también su estreno en Wall Street. “Cotizar en la Bolsa de Estados Unidos nos permite acceder a mejores fuentes financieras, habilitando nuevas oportunidades de desarrollo para seguir proporcionando infraestructuras críticas a las comunidades, ayudándolas a prosperar a medida que aumenta su población”, celebra Madridejos en las cuentas presentadas en la noche del lunes (hora española) en euros, que no en dólares. 

La propia compañía mantiene en el primer párrafo de sus cuentas financieras trimestrales que “por primera vez” presenta sus cifras como “compañía cotizada simultáneamente” en la bolsa española, de Países Bajos y Estados Unidos. En términos puramente financieros, Ferrovial ha mejorado su beneficio en el primer trimestre del año, con un EBITDA ajustado de 254 millones de euros, con un crecimiento del 37,6% frente al primer trimestre del ejercicio 2023, cuando todavía tenía su sede social en España. La multinacional ha mejorado las cifras del primer trimestre como empresa holandesa, en sus palabras “gracias al sólido crecimiento” de las divisiones de Autopistas y Construcción.

Es más, asegura que los ingresos en su división de Autopistas han crecido un 30,1% por el “sólido crecimiento” de las autopistas norteamericanas, así como por las nuevas aperturas al tráfico de vías al otro lado del charco. También en el sector de la construcción, Ferrovial defiende que los contratos ejecutados en Norteamérica han supuesto un tercio del total de sus ingresos y de su cartera de pedidos, que ha alcanzado los 15.390 millones de euros al cierre de marzo. En la división de Aeropuertos apenas aparecen impactos del negocio de la holandesa en Estados Unidos, sino que el papel de la multinacional de los del Pino se limita a los aeropuertos británicos de Heathrow -que acaba de vivir varias jornadas de huelga-, Aberdeen, Glasgow o Southampton, y al aeropuerto turco de Dalaman.

En cifras, los ingresos de Ferrovial han aumentado un 3,5% en el primer trimestre del año en términos comparables hasta los 1.879 millones de euros. De española a holandesa, la multinacional ha visto crecer su facturación y, por consiguiente, también su cifra de beneficio trimestral. No obstante, la constructora de los del Pino sigue teniendo una deuda negativa, con 667 millones de euros en negativo. Una cantidad que no ha conseguido subsanar en su balance a pesar de la mudanza y el plan de internalización presentado hace poco más de un año ante sus accionistas.