El Fútbol Club Barcelona ha tomado la decisión de deslocalizar una de sus filiales, en concreto su división audiovisual, Barça Media, y ubicar su sede fiscal en Países Bajos con la misma excusa que puso en su día Ferrovial: cotizar en el mercado estadounidense. Una maniobra que ha llegado a oídos del Gobierno, que ha asegurado que "estudiará" la maniobra aunque necesita "tener más información" para poder emitir un juicio de valor sobre este movimiento.

En esta línea, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño, ha señalado, durante la clausura del Congreso de la patronal de las empresas tecnológicas españolas, Ametic, que "el caso del Barcelona será estudiado por el Gobierno aunque es necesario conocer más detalles para realizar un análisis adecuado". “Tenemos poca información y hasta que no lo tengamos claro no emitiremos un juicio de valor. No obstante, la información que manejamos es que los casos son diferentes”, ha recalcado la ministra a los medios de comunicación, en referencia comparativa al caso de Ferrovial.

En el caso del FC Barcelona, el club deportivo mudará la sede fiscal únicamente de la filial audiovisual, y no de la totalidad de la sociedad. El movimiento se produce después de que, el pasado 11 de agosto, el club alcanzase un acuerdo con Mountain Partners, una firma dedicada a las inversiones en compañías tecnológicas y sectores emergentes. El objetivo: crear una sociedad de inversión para sacar una parte de la sociedad, en este caso, la filial audiovisual, a cotizar en el mercado de los Estados Unidos. En concreto, destacar que Barça Media es la sociedad que engloba toda la producción audiovisual y digital del Barcelona y está valorada en unos 910 millones de euros, unos 1.000 millones de dólares.

Detalles concretos del movimiento

Todo parece estar a punto para la maniobra del FC Barcelona. Para ello, la filial se fusionará Mountain & Co. I Acquisition Corp, una sociedad creada exclusivamente para realizar esta adquisición y localizada en Islas Caimán. Conocidos los puntos de acuerdo facilitados por ambos socios Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC), ahora es el turno de que los accionistas de Mountain voten.

La SPAC (por sus siglas en inglés, Special Purpose Acquisition Company) reunirá a sus accionistas el próximo 14 de septiembre, con un más que esperable apoyo y con la intención de dilatar los tiempos. El voto de los accionistas no se producirá el día de la celebración, sino posteriormente, pero en ella se podría dejar caer el acuerdo y acabar con los sueños del Barça de cotizar en el Nasdaq.

El plazo con el que cuenta Mountain para zanjar la operación, cuyo valor asciende a los 900 millones de euros, concluye el 9 de noviembre, motivo por el que ha sido convocada esta junta de accionistas que alarga los tiempos. El plazo tope establecido por ambas partes se extiende hasta el verano que viene (14 de agosto de 2024), pero la pretensión es acercar posturas y cerrar el acuerdo lo antes posible.

A pesar de la intención de no demorar la operación hasta el verano que viene, los plazos establecidos son excesivamente cortos para los socios de los culés, motivo por el que solicitarán una ampliación de seis meses que alargue el plazo hasta principios de marzo de 2024. En la operación tendrán suma importancia cuatro fondos estadounidenses propietarios de más de la mitad del capital: Saba Capital Management (14%), Glazer Capital (13,9%), Highbridge Capital Management (11,5%) y Calamos Investment Trust (11,1%).

La operación continúa desarrollandose y no se conoce cuál será la fecha definitiva para su oficialización. Por el momento, Mountain & Co. I Acquisition Corp se centrará ahora en atraer inversiones, dar cumplimiento a los requisitos que posibiliten la operación y convencer a sus accionistas. Si finalmente se constata el acuerdo, su duración será de 20 años, prorrogables a otros 20 si existe intención por ambas partes. Lo firmado no podrá rescindirse salvo incumplimientos materiales intencionales y repetidos por cualquiera de las partes de ciertas obligaciones importantes.

De esta manera, la filial de contenidos del FC Barcelona saldrá a cotizar en el Nasdaq, la bolsa tecnológica de Estados Unidos. El Barça sigue así los pasos de Ferrovial, que ya protagonizó una polémica mudanza también a los Países Bajos, o de Wallbox, una compañía catalana de cargadores que también se valió de una sociedad filial para salir a cotizar al Nasdaq en el año 2021.