Globalia y Barceló, dos de las compañías de viajes más importantes a nivel nacional, han decidido paralizar su proceso de fusión hasta después del verano como consecuencia del impacto del coronavirus. En este momento ambas empresas pretenden centrar todos sus esfuerzos en reflotar sus negocios y conocer el impacto total de la pandemia en sus divisiones de viajes, especialmente afectadas por la crisis.

Según las estimaciones iniciales, antes del impacto del coronavirus, la fusión de ambas compañías de viajes supondría una cifra de negocio conjunta de 3.700 millones de euros, con 6.000 empleados y más de 1.500 puntos de venta.

En concreto, Globalia y Barceló tenían previsto conformar el Consejo de Administración de la nueva compañía después de recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el 8 de mayo. Sin embargo, según diferentes medios de comunicación, han decidido aplazar este nuevo paso en su fusión.

Las empresas cuentan con un plazo total de un año tras el visto bueno de la CNMC, por lo que la fusión sigue en pie de momento y las reuniones podrían comenzar en los próximos meses. La fusión inicial incluía los negocios de agencias de viaje mayoristas y minoritas y de transporte discrecional de viajeros por carretera.

A nivel empresarial, la propuesta presentada finalmente a la CNMC suponía que Barceló tendría el control, con el 50,55% de la sociedad, frente al 49,45% restante que correspondería a Globalia.