El Rey Felipe VI ha inaugurado este lunes el nuevo tramo del AVE Plasencia-Badajoz de la línea de alta velocidad en Extremadura. Junto con el Rey, han estado presentes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Sobre este proyecto, el presidente ha asegurado que es "el primer paso para que el AVE recorra tierras extremeñas en el menor tiempo posible".

El viaje inaugural ha partido a las 16:30 desde la estación Cáceres y, después de hacer parada en Mérida, ha llegado a la estación de Badajoz a las 17:50, donde se ha celebrado el acto institucional de inauguración. En dicho acto, los intervinientes han coincidido en señalar que con este acto no termina la apuesta por las infraestructuras ferroviarias de la región, sino que representa el "primer hito" de la alta velocidad en Extremadura.

Representantes gubernamentales han celebrado que, con la introducción del nuevo tramo, el viaje entre Madrid y Badajoz reducirá en 51 minutos su duración, de igual manera que lo harán los viajes Monfragüe-Badajoz (44 minutos), Badajoz-Cáceres (25 minutos) y Cáceres-Mérida (20 minutos). Otra de las novedades introducidas es la nueva cobertura wifi.

Polémica

La llegada de la demandada alta velocidad a Extremadura no ha servido para apagar los fuegos en torno a la mala conexión ferroviaria de la autonomía. El conflicto se ha intensificado el en dos aspectos: la velocidad media marcada por el tren y la no finalización de toda la obra, que incluye dos tramos más inacabados.

Actualmente solo se ha finalizado el tramo que conecta Badajoz y Plasencia, a la espera de que los otros dos tramos se completen lo que, unido a la velocidad media marcada durante el trayecto, ha incentivado el conflicto. El valor medio marcado, concretamente, asciende hasta los 89 km/h, lo que sitúa el trayecto muy por debajo de la velocidad de otras líneas de AVE.