Escribano confía en el papel de Indra como una de las empresas referentes en el sector de la defensa nacional. Así lo ha demostrado con una nueva compra de capital hasta hacerse con el 8% de la multinacional española de defensa. La compañía española, propietaria de los hermanos Escribano, cumple así su plan de consolidar su presencia en el capital de Indra para poder contribuir a mejorar el posicionamiento del sector de la defensa en España, así como convertir a la empresa liderada por Marc Murtra y José Vicente de los Mozos en un referente también a nivel europeo. 

Los hermanos Escribano, fundadores y dueños de la empresa líder en innovación y tecnología de Defensa y Seguridad, han aumentado su participación en Indra desde el 3,4% hasta el 8% actual. Antes de conocerse este movimiento accionarial en el seno de Indra, la compañía española ya era el segundo socio industrial de la multinacional tras la compra del 3,4% de las acciones que formalizó el pasado mes de mayo, hace medio año. Una entrada en el capital de la multinacional de defensa que el propio presidente, Marc Murtra, celebró públicamente y que desde la multinacional entienden como una inversión a largo plazo. 

Escribano ya aseguró en mayo que tenía la intención de seguir invirtiendo en Indra, aumentando la participación en su capital. Escribano ha materializado ahora su intención con la compra de un 4,6% más de Indra, manteniéndose todavía como el segundo accionista principal en el capital de la compañía pero con un porcentaje superior al de los últimos meses. La compañía española, fundada en 1989, explica que la compra adicional de capital de Indra responde a "una operación de inversión estratégica" que tiene como objetivo consolidar su posición empresarial en la multinacional de defensa.

Fuentes de Indra revelan a ElPlural.com que por el momento la compañía no ha solicitado un puesto en el consejo de administración aunque sí podría hacerlo por contar ya con un 8% de Indra, solo superado en el capital por la participación de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI), de alrededor del 25%. Con esta ampliación de capital, Escribano puede solicitar un asiento en el máximo órgano de control de la cotizada, una petición que tendría que pasar igualmente por el propio consejo de Indra. Hasta el momento, Indra no ha recibido la solicitud de los hermanos Escribano para tener voz y voto en las decisiones de la multinacional de defensa. 

La intención de Escribano es continuar apostando por la creación de nuevas tecnologías, el desarrollo de nuevas capacidades y la creación de empleo cualificado en toda la geografía española, con el fin de modernizar el sector de la defensa para convertir a Indra en un referente más allá de las fronteras españolas. La operación de Escribano contribuirá así al desarrollo de los programas de defensa actuales y futuros, en los que la compañía trabaja tanto para el mercado internacional como nacional.

Escribano, de una mercería en Coslada a líder de la defensa

Los hermanos Escribano han centrado su negocio en la modernización del sector de la defensa y apuesta por implicar a todo el territorio nacional en estos avances. A pesar de haber nacido en una mercería en la localidad madrileña de Coslada, la empresa acaba de anunciar un nuevo proyecto en Córdoba, donde va a invertir 20 millones de euros en la producción de nuevas tecnologías de munición inteligente y lanzacohetes. A nivel laboral, el centro de Escribano en Córdoba implica la creación de más de 200 nuevos puestos de trabajo directos de alta cualificación. La compañía apuesta por la cohesión territorial en España, más allá de los grandes centros neurálgicos del sector productivo. 

Escribano fue fundada en 1989, hace poco más de 30 años, y desde entonces ha registrado un crecimiento rentable que ronda el 35% de media anual en la última década. Una mejora que la propia compañía explica por la integración vertical de sus capacidades de fabricación y por la incorporación de las áreas de ingeniería. Fue este avance el que ayudó a la compañía madrileña a crecer, pasando de los 80 profesionales en 2010 a los más de 750 trabajadores en la actualidad. Del total de la plantilla, un 40% de los empleados de Escribano son mujeres, con una edad media de entre 30 y 35 años, siendo la mayoría de ellos ingenieros y perfiles técnicos especializados en defensa. 

La compañía mantiene una fuerte apuesta por la inversión en innovación e I+D+i, que alcanza ya el 68% de su resultado de explotación, cifrado en 13 millones de euros en 2022, con un aumento del 126% en los últimos dos años.  En la actualidad, Escribano exporta a más de 25 países y tiene previsto cerrar el ejercicio 2023 con una facturación de 120 millones de euros. Además, ha recibido el sello de calificación crediticia BBB (Investment Grade), un reconocimiento independiente que acredita su solvencia para emprender operaciones corporativas, celebran desde la compañía. 

Los hermanos Escribano mantienen su estrategia de creación de empleo cualificado, así como nuevas capacidades tecnológicas con soberanía nacional, apostando por la colaboración industrial a través del cierre de consorcios y alianzas. Prueba de ello es el aumento de su participación en el capital de Indra hasta el 8% recién anunciado, contribuyendo al crecimiento de la industria española. En cifras, la compañía defiende haber invertido ya más de 77 millones de euros en el sector productivo nacional en los últimos tres años.