La remuneración del ahorro en los depósitos contratados en las diferentes entidades financieras ha sido una de las grandes luchas de Nadia Calviño como vicepresidenta primera y la máxima voz económica autorizada del Gobierno. Ahora que Calviño se va a Europa parece que ha cumplido con su objetivo: los bancos han empezado a remunerar el ahorro de sus clientes, no tanto como los intereses que cobran, pero sí en una cifra cercana. Algunos incluso han retomado la vieja costumbre de hacer regalos para la casa a la hora de contratar una cuenta corriente o un producto financiero de ahorro.
Hasta hace unos años era más que habitual que los bancos regalaran sartenes, vajillas o incluso pequeños electrodomésticos a sus clientes por contratar una cuenta o un depósito, los dos grandes productos de ahorro que el sector financiero pone a disposición de los clientes minoristas. Una tendencia que se ha perdido en la última década y que ahora parece volver al mercado. Al menos para los clientes de Kutxabank. La entidad financiera vasca, con un fuerte carácter regional, ha puesto a disposición de sus clientes un nuevo producto: un depósito de ahorro que incluye una retribución en especie.
Kutxabank vuelve a regalar sartenes
Kutxabank ha ido un paso más en su diferenciación del resto del sector y ha lanzado una campaña de depósitos con retribución en especie. Un producto de ahorro a plazo fijo que va desde los seis hasta los 18 meses, con una cantidad que va desde los 3.000 hasta 18.000 euros. Más allá de la rentabilidad económica que pueda ofrecer el producto de Kutxabank, la entidad recupera ahora la vieja costumbre de los bancos para lo que ellos denominan como remunerar el ahorro en especie.
Se trata de regalos a los clientes que contraten el producto y que pueden ser desde electrodomésticos para el hogar hasta productos de ocio y viajes o tecnología. “Se trata de una fórmula muy popular que había desaparecido en los años de tipos de interés negativos, que tradicionalmente obtenía una respuesta muy favorable y que los clientes más jóvenes apenas han llegado a conocer”, reconoce la entidad en el anuncio de su campaña. Una estrategia con la que la entidad parece que pretende volver a poner de moda los regalos al contratar una cuenta corriente o un producto de ahorro con el banco. El nuevo producto de Kutxabank se puede contratar hasta el 31 de diciembre de 2024, sin la posibilidad de cancelar las imposiciones de forma anticipada, un plazo superior al que ofrecen algunas de las entidades inmersas en la guerra de los depósitos.
El euríbor ha tocado máximos de 2008
Y es que hasta la gran banca se ha sumado a la guerra por el ahorro que, hasta hace unos meses, todos negaban en rotundo. Todo empezó con Nadia Calviño, como máxima voz económica del Ejecutivo, pidiendo al sector financiero nacional que empezara a remunerar los depósitos con un interés similar al que cobraban estas mismas entidades por prestar dinero a sus clientes, es decir, por los activos financieros. Un ejemplo muy claro es que el euríbor, el índice que mide el precio de las hipotecas variables, ha alcanzado niveles cercanos al 4,2% en lo que va de año, con máximos en el mes de octubre, muy cerca de la tendencia que reinaba en España en 2008, en plena crisis financiera mundial por el boom del ladrillo.
El euríbor es uno de los principales índices a nivel del ciudadano de a pie ya que se utiliza para medir el precio de las hipotecas variables contratadas con los bancos. La evolución del euríbor depende directamente de las decisiones tomadas, en este caso, por el Banco Central Europeo (BCE) sobre los tipos de interés, el precio del dinero en términos prácticos. La constante subida de los tipos de interés por parte del BCE reunión a reunión, pausada en el último encuentro del año, ha disparado el precio del dinero y, entre otros, también el euríbor como medidor de las hipotecas.
Los bancos han recibido más intereses de sus clientes por el pago de las hipotecas variables este 2023, con el euríbor por encima del 3,3% desde el mismo mes de enero. Sin embargo, los bancos no han hecho lo propio con sus clientes en el pasivo, es decir, en los productos de ahorro que los clientes contratan con el banco prestando, de alguna forma, el dinero procedente de sus ingresos mensuales a la entidad para obtener una mayor rentabilidad al menos a corto plazo.
Nadie quería empezar a remunerar el ahorro
La petición de Calviño en los primeros meses del año despertó las primeras reacciones entre los grandes líderes financieros, que en un primer momento rechazaban cualquier guerra de depósitos. La gran banca ha defendido mes a mes que venimos de una época de tipos de interés bajos o incluso al 0% en los que la remuneración era igual que ahora. Incluso el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, aseguraba que la entidad no iba a empezar a remunerar sus depósitos hasta que no lo hiciera la competencia. Pero meses después ocurrió todo lo contrario.
CaixaBank fue la primera entidad entre los grandes en anunciar una mayor remuneración del ahorro que sus clientes depositan en el banco, quizás por la participación del Estado en su capital con un 17% de participación del FROB. Una tendencia que arrancó el banco catalán y que, de una forma u otra, han ido adaptando el resto de entidades financieras para no quedarse atrás en términos de competencia. CaixaBank ha lanzado un depósito con una rentabilidad de hasta el 2% con un plazo de doce meses abierto a contratación desde los 5.000 euros. Una oferta que mantiene en estos momentos, en el cierre del año, tanto para los nuevos como para los clientes antiguos.
Banco Santander ha repetido la estrategia de CaixaBank y se ha lanzado a mejorar la remuneración de sus productos de pasivo. Pero lo ha hecho a través de su filial 100% tecnológica, Openbank. Y es que Openbank ha lanzado un depósito con una remuneración de hasta el 3,07% en este ejercicio, liderando lo más alto del ranking en términos de rentabilidad. Mientras tanto, Santander ha centrado su apuesta por la remuneración de los depósitos en su negocio internacional.
Otro de los líderes de la gran banca, BBVA, ofrece una rentabilidad en sus depósitos del 2,75%, muy cerca del 3% de media en el que parece que se ha instalado el sector financiero nacional, aunque todavía por debajo del precio que cobran los bancos por los intereses, con el euríbor en el 3,7% en diciembre. BBVA ha sido el último en lanzar su producto de ahorro para competir con el resto del sector casi a las puertas del cierre del año, a finales de noviembre de 2023.
Sabadell ha ido más allá del tipo fijo
Probablemente la estrella en la remuneración del ahorro en el gran sector ha sido Banco Sabadell, que ha ido más allá de los depósitos tradicionales -con una rentabilidad de alrededor del 2,75%- para lanzar directamente una cuenta corriente que remunera el ahorro. La cuenta corriente “menos corriente”, tal y como la define la propia entidad, ofrece una remuneración del ahorro del 2% hasta los 20.000 euros. Una cuenta sin condiciones ni comisiones en la que la entidad catalana además promete la devolución de un 3% de los recibos de luz y gas domiciliados por sus clientes. Banco Sabadell ha presentado su cuenta a finales de octubre, también más cerca del final del año que el comienzo, como una oferta permanente, “sin temporalidad ni promociones”.
Más allá de las grandes apuestas del sector por mejorar la remuneración del ahorro de sus clientes, cumpliendo lo que les pidió Calviño antes de marcharse a Europa como flamante presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la mayor rentabilidad en el ranking de depósitos la siguen ofreciendo pequeñas entidades especializadas en el cliente minorista. Es el caso de bancos que tradicionalmente han remunerado el ahorro de sus clientes con ofertas de alrededor del 4%. Un 3,96% ofrece Arquia Banca a sus clientes, la misma remuneración que Banca Mediolanum y apenas medio punto por encima de EBN Banco o de BancaMarch.