La decisión se ha hecho esperar, pero finalmente Nadia Calviño ha salido vencedora. La líder económica del sanchismo dejará el Gobierno a no mucho tardar para poner rumbo hacia Luxemburgo, donde presidirá el Banco Europeo de Inversiones (BEI) tras ser elegida por los ministros europeos. La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Comercio y Empresa abandonará las competencias que ha ostentado durante más de cinco años para ponerse al frente del principal prestamista de la Unión Europea (UE), cargo que ha competido con personalidad de renombre como Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia.

Tras de sí, Calviño deja la cartera más importante del Ejecutivo descabezada y aguardando a que el presidente del Gobierno elija una sucesión que notará el peso de la coruñesa desde el primer momento. Pedro Sánchez se muestra tranquilo y emplaza el relevo al primer trimestre de 2024, momento en el que llegará la primera minicrisis del Ejecutivo. José Luis Escrivá, Manuel de la Rocha, muchos son los nombres que suenan en las quinielas, pero el de Calviño retumba más allá de nuestras fronteras.

El Consejo de Asuntos Económicos y Financieros (Ecofin) celebrado en Bruselas este viernes ha sido el escenario donde Calviño se ha coronado. Las dudas parecían despejadas después de que el coordinador del proceso de elección y ministro de Finanzas belga, Vincent van Peteghem, enviase una carta al resto de ministros europeos apuntando hacia la española como la candidata con más opciones. Sin objeciones previas y con el apoyo mayoritario de los líderes de la Unión, Calviño se ha hecho con el ansiado puesto, que hasta el 31 de diciembre ostentará Werner Hoyer.

El proceso de votación del BEI tiene en cuenta el peso económico de cada país y el número de Estados. Se requiere un 68% del capital de apoyo y el sí de 18 estados. Alemania, Francia e Italia cuentan con un 18,8% cada uno, mientras que España disfruta de un 11,3% y el resto, en total, de un 32,1%.

Con la designación de Nadia Calviño, que tendrá que ser ratificada formalmente por el Consejo de Gobernadores del BEI en próximas fechas, España refuerza su presencia e influencia en los organismos internacionales multilaterales. Cuando esto se produzca, Calviño presidirá una de las principales entidades de financiación destinada a realizar inversiones públicas y privadas en Europa, desarrollar nuevas tecnologías y acelerar la doble transición verde y digital.

Así, Nadia Calviño se convertirá en la primera mujer presidenta del BEI. Desde su fundación en 1958, el banco ha tenido 7 presidentes, todos hombres y ninguno español. La vicepresidenta primera sustituirá en el cargo al alemán Werner Hoyer, presidente del banco desde 2012.

"Es un gran honor y un orgullo que nuestro país presida por primera vez el Banco Europeo de Inversiones; un puesto de gran importancia, que refleja el intenso trabajo de estos años para reforzar la influencia, respeto y liderazgo de España en el ámbito internacional", afirmó Calviño.

La candidatura de Calviño, fuertemente respaldada

El BEI es el brazo financiero de la UE y una de las mayores instituciones financieras del mundo. Se trata de una institución estratégica para la UE y para España.  Además de su importante papel en la financiación de inversiones en la UE, el apoyo financiero a Ucrania e inversiones en el resto del mundo, el BEI tendrá un papel importante en la gestión de parte de los préstamos Next Generation EU.

La vicepresidenta primera del Gobierno de España atesora un gran prestigio en el ámbito internacional. Durante los últimos dos años ha presidido el Comité Monetario y Financiero Internacional, principal órgano de asesoramiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha sido clave en la consecución y despliegue de los citados fondos.

En los últimos cinco años y medio, Calviño ha coordinado la política económica del Gobierno de España, con unos resultados muy positivos, como reflejan todos los indicadores económicos.

Gracias a la respuesta nacional y europea ante el shock económico generado por la pandemia, la economía española ha tenido una recuperación muy fuerte y rápida desde 2021 y está en marcha un programa de modernización sin precedentes, con reformas estructurales e inversiones de gran envergadura para impulsar la doble transición verde y digital. Como resultado de esta política económica, España lidera el crecimiento entre las grandes economías europeas, con récord de empleo y actividad, fuerte ritmo de inversión productiva, superávit de balanza de pagos, inflación a la baja y mejora de la inclusión social, mostrando una notable resiliencia y estabilidad en un contexto internacional muy complejo y de alta incertidumbre.