Florentino Pérez, presidente ejecutivo, acompañado por Juan Santamaría, consejero delegado, y Ángel García, director general corporativo, ha presentado los resultados excepcionales que el grupo ACS alcanzó en el curso 2022. El incremento del 66% del beneficio neto, que alcanza los 668 millones de euros, permitirá a la compañía reforzar sus líneas estratégicas futuras, centradas en la transición energética, la innovación tecnológica, la movilidad sostenible y el ámbito sanitario; a la par que mantener su peso en sectores como la Construcción, las concesiones o las infraestructuras, donde el grupo ya ostenta una posición aventajada en relación con sus competidores.

El presidente ejecutivo ha señalado al comienzo las líneas generales que delimitarán las actuaciones futuras del grupo. “El refuerzo de la actividad concesional” ha sido uno de los aspectos a los que ha dotado de mayor importancia, de igual manera que el peso de sectores punteros de ACS como la construcción. Además, ha hecho hincapié en los “avances en materia de sostenibilidad y las mejoras en el gobierno corporativos”, avances que han atendido a los estándares y recomendaciones internacionales referidas al buen gobierno. “Nos encontramos en una sólida posición financiera tras completar diversas inversiones estratégicas”, ha asegurado, detallando algunos de los buenos datos, para finalizar la intervención inicial destacando el “impulso de la contratación” como responsable principal del aumento de la cartera de proyectos, que se sitúa en máximos históricos.

Durante la presentación de resultados, los dirigentes han anunciado importantes alianzas a medio-largo plazo en materia de hidrógeno y semiconductores. Junto con estos aspectos, la apuesta por las concesiones y el refuerzo de la cartera de construcción, de la mano con la disminución de su riesgo, serán las principales apuestas del grupo. Además, las posibilidades otorgadas por el excelente comportamiento operativo de todas las actividades desempeñadas por la empresa, impulsado positivamente por el incremento hasta el 68,01% de participación en Hochtief -70,29% descontando la cartera- y la recuperación del tráfico de Abertis, abren nuevas líneas de actuación a la compañía.  

Todo ello de la mano de una retribución para los accionistas de 1.057 millones de euros (531M€ por dividendo flexible, 431M€ por adquisición de acciones propias y 95M€ por dividendos a minoritarios), con un pay out del 50%, que se mantendrá sin problemas en el tiempo gracias a la sólida generación de fondos de operaciones que disparan el flujo de caja libre por encima de los 1.000 millones de euros. Además, el director corporativo ha trasladado que los márgenes a futuro son optimistas, más aún contando con la salvaguarda de una deuda neta cero que permite una caja neta positiva de 224 millones. Destaca así la atractiva remuneración para los accionistas, que obtuvieron una rentabilidad por dividendo del 7% en el último curso.

Apuesta por el futuro

Con las vistas puestas en el futuro, Santamaría ha garantizado la seguridad de los negocios del grupo gracias a contar con un 70% de la cartera concentrado en activos de bajo riesgo y un 30% restante de activos clásicos que cuenta con seguros de protecciones ante la inflación. Esta seguridad posibilita la consolidación del negocio y la reducción del riesgo en la contratación y favorece la integración de la cadena de valor con la apuesta en sectores de futuro y la construcción de alianzas estratégicas para la entrada en proyectos de infraestructuras de nueva generación.

Uno de los proyectos más importantes que refleja la posición de liderazgo en los mercados de infraestructuras y en las inversiones estratégicas a futuro es el aumento de la participación en la autopista SH-288 de Texas (EEUU). El grupo confirma su apuesta por las concesiones tras adquirir un 56,76% del capital del proyecto, pasando a contar ya con el 78,38% del capital invertido en el proyecto. Esta inversión se engloba dentro del área de negocio localizada en América del Norte, que supuso en 2022 el 66% de las ventas, tras crecer un 26,4%.

Sobre la apuesta por las concesiones y centrándose en la autopista situada en Houston, el consejero delegado ha planteado la posibilidad de traspasar parte de los activos a Abertis. “Valoramos varias opciones y una de ellas es pasar parte de los activos a Abertis, aunque también contemplamos crecer por nuestra cuenta”, ha trasladado. Sería un movimiento importante, ya que, como ha trasladado Santamaría, la SH-288 es “un activo muy valioso, dado que la zona donde se encuentra está creciendo mucho y los flujos libres de caja que prevemos da partir de 2035 se multiplican de forma exponencial”.

A la cabeza de nuevos sectores

No tiene ninguna intención ACS de quedarse atrás en la demanda procedente de los sectores emergentes. Por este motivo, la apuesta del grupo por la transición energética será fundamental para los próximos cursos con proyectos tan importantes como la planta de baterías de Ohio, la planta de reciclaje de estos mismos productos que se construirá en Kentucky o la fábrica de célula de baterías situada Alemania. Más allá de las baterías, proyectos en Australia -como la infraestructura de alto voltaje y sistema de almacenamiento de energía en Queensland- o la planta de hidrógeno de Nueva Gales del Sur, completan la apuesta por la transición energética.

En su apuesta por las nuevas tecnologías, la compañía apuesta por la construcción de diversos centros de datos situados en EEUU (Virginia, Ohio, Missouri, Texas y Nebraska) y Asia. En lo referido a transporte y movilidad sostenible, el foco se deposita al otro lado del océano con la operación de red troncal de transporte intermodal de Sídney, el sistema de tren ligero de Canberra y la red ferroviaria de Melbourne. El último sector naciente que el grupo liderado por Florentino Pérez pretende abordar es el de la biofarma y la sanidad. En este sentido, las principales perspectivas de futuro se depositan en EEUU, destacando el centro de tratamiento oncológico situado en California, el Nuevo departamento de emergencias de la Universidad de Rochester y el hospital infantil ubicado en Boston.