CaixaBank celebra este viernes su junta general de accionistas en Valencia, con un punto del día clave: la nueva política de retribuciones. En su primera junta como grupo consolidado tras la fusión con Bankia, los accionistas deberán votar sobre el dividendo con cargo a 2020 y las retribuciones de los altos cargos, un aspecto especialmente polémico desde la recomendación de Nadia Calviño de reducir estos salarios.

Según lo previsto, el presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri, recibirá una remuneración fija de 1,65 millones de euros, a lo que sumará hasta un máximo de 200.000 euros en concepto de retribución variable y un incentivo a largo plazo, que se materializará en acciones de la entidad en diferentes ejercicios anuales a partir del año 2025, en caso de cumplir con los objetivos establecidos.

La ministra de Asuntos Económicos y vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, criticó de forma pública hace semanas las elevadas remuneraciones de los altos cargos del sector bancario, especialmente en un momento en el que las entidades financieras han anunciado diferentes procesos de despidos y reducción de plantilla.

El caso de CaixaBank es incluso más polémico ya que el Estado cuenta con un 16,11% de participación en el capital de la entidad, derivada del rescate a Bankia. Así, a través del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB), los accionistas del Estado podrán votar a favor o en contra de la nueva política de retribuciones de la entidad.

Los sindicatos también han criticado las elevadas retribuciones de estos directivos y, en el caso de CaixaBank, que el presidente vaya a triplicar su sueldo mientras negocia un ERE que afectará finalmente a 7.791 de sus empleados.

Dividendo a cargo de 2020

Del lado de CaixaBank, la entidad justifica la nueva política de remuneración por la nueva dimensión del banco al convertirse en el primer grupo financiero a nivel nacional. Asimismo, el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, ya explicó en la presentación de resultados que seguían las recomendaciones de la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

Más allá de aprobar, o no, la nueva política de remuneraciones, la junta general de accionistas también tendrá que votar la distribución del dividendo en efectivo con cargo a 2020 de 0,0268 euros por acción. En total, CaixaBank destinará 216,09 millones de euros en dividendos a partir del 24 de mayo.

Por otro lado, los accionistas deberán votar la dotación de una reserva legal por 415,84 millones de euros con cargo a reservas voluntarias, con lo que la reserva legal ascendería al 20% del nuevo capital social tras la ampliación de capital en 2.079,2 millones de euros a través de emisión de acciones.

Además, la convocatoria se completa con puntos del día como el visto bueno a la cuenta de resultados, al informe de gestión, a la reelección de José Serna Masiá y Koro Usarraga Unsain como consejeros, a la reelección de PwC como auditora en 2022 y a una serie de modificaciones de los Estatutos Sociales de la entidad y de la política de remuneraciones de los consejeros.