Los ministros de Economía de los países de la Eurozona analizan este lunes el informe que dictamina si España está cumpliendo las condiciones impuestas al Gobierno de Rajoy a cambio de los 40.000 millones que recibió para rescatar a los bancos. Los encargados de vigilar que se cumplen las condiciones pactadas y firmadas en el memorandum de entendimiento (y negadas por Rajoy) son  los integrantes de la troika que forman representantes de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional. Dichos integrantes estuvieron en Madrid entre el 28 de febrero y el 1 de enero para revisar papeles y de su visita ya se ha filtrado que darán el visto bueno pero exigirán más "reformas". Los españoles ya saben que cada vez que se habla de reformas en realidad se trata de recortes.

Aprobado con más deberes
En definitiva desde el Gobiernos e espera que los ministros de Economía de la Eurozona dictamine que España cumple las condiciones a rajatabla. Concretamente desde el Ministerio de Economía esperan casi un sobresaliente, porque las medidas impuestas por la troika era muy ambiciosas y el Gobierno ha sido capaz de "cumplirlo todo y a tiempo".
Sin embargo en Bruselas se habla de aprobado a España, pero la imposición de más deberes. La economía europea y la española ahondan su recesión y, salvo el ministro español Luis de Guindos, nadie ve ni asomo de recuperación ni para este año ni para el que viene. La Troika tiene que garantizarse que España devolverá los 40.000 millones prestados que computan como déficit público, con lo que éste se elevará al 10% y no a casi el 7 del que habla Rajoy. Las autoridades europeas, especialmente Alemania, presionan continuamente al Gobierno español para que reforme las pensiones, pero también le pedirán que extreme la vigilancia sobre los bancos que han recibido ayudas públicas para que cumplan sus planes de reestructuración (despidos y cierres de sucursales) y para que el 'banco malo' presente un plan de negocios sólido y creíble.

La recapitalización directa otra vez sobre la mesa
Los países con problemas de financiación (España, Grecia e Irlanda fundamentalmente) volverán a pedir que el dinero para rescatar a los bancos llegue directamente a las entidades y de esta forma que no compute como déficit público, sino como deuda privada de los propios bancos. es lo que se llama recapitalización directa de los bancos a cargo del fondo de rescate europeo (MEDE). Pero los países del Norte -que son los que prestan el dinero- no están por la labor. Quieren garantías de que recuperarán su préstamo y por ello obligan a que los Estados figuren como avalistas de los préstamos. Alemania, Holanda y Finlandia, los países más ricos, consideran que aprobar la recapitalización directa de los bancos sería visto por los mercados "no como un signo de fortaleza financiera, sino de que se necesita asistencia externa".