El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto-ley que incluye la transposición de diferentes Directivas Europeas, entre ellas las relativas a garantizar la protección de los compromisos por pensiones con los trabajadores y perfeccionar la prevención del blanqueo de capitales y de financiación al terrorismo.

De esta manera se transpone totalmente al ordenamiento jurídico español la Directiva 2014/50, relativa a los requisitos mínimos para reforzar la movilidad de los trabajadores entre Estados miembros mediante la mejora de la adquisición y el mantenimiento de los derechos complementarios de pensión. Asimismo, se extiende la aplicación de dichos derechos a la movilidad nacional, por lo que se reconocerán estos derechos a los trabajadores que cambien de empleo dentro del territorio español. El Real Decreto-ley modifica la disposición adicional primera del texto refundido de la Ley de Regulación de los Planes y Fondos de Pensiones.

El objetivo de la norma es, según apunta el Gobierno, “reducir los obstáculos a la movilidad de los trabajadores derivados de ciertos requisitos (antigüedad y edad) que las empresas imponen para adquirir derechos en los sistemas complementarios para jubilación establecidos en las empresas”. Así, se establece que la edad mínima que se exija para acceder a esos derechos no puede superar los 21 años y que el periodo de antigüedad mínimo para consolidar los derechos en la empresa no puede superar los tres años.

La Directiva prevé el reconocimiento de derechos de pensión adquiridos en favor de los trabajadores que cesen la relación laboral antes de la jubilación a partir del 21 de mayo de 2018, fecha límite de la transposición. Es, por tanto, “urgente la incorporación de lo establecido en la normativa comunitaria al ordenamiento jurídico español, puesto que la falta de reconocimiento legal de este derecho a partir de la fecha establecida genera una situación de incertidumbre e inseguridad jurídica que compromete los derechos de los trabajadores”, asegura el Ejecutivo.

Prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo

El RDL aprobado también refuerza los mecanismos y sistemas de garantía del cumplimiento de la normativa en materia de prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. Para ello, se transponen los elementos pendientes de la IV Directiva de Prevención de blanqueo de capitales, que incluyen elementos orientados a incentivar las denuncias de particulares (whistleblowing) y aumentar los límites máximos de las sanciones, entre otras medidas.