El Gobierno de Pedro Sánchez ha encontrado en el Fondo Monetario Internacional un aliado inesperado en sus argumentos en defensa de la llegada de inmigrantes a España en contra de las manifestaciones de los líderes del PP y Ciudadanos, pidiendo su limitación.

El organismo que dirige Christine Lagarde, en su informe Retos más allá de la sostenibilidad financiera, centrado en la sostenibilidad del sistema público de pensiones español, ha propuesto una serie de medidas para ello entre las que está la recepción de “5,5 millones de personas hasta 2050, partiendo de la base de que el 90% de esa migración se encuentra en edad de trabajar”, lo que contribuiría a aumentar el número de trabajadores que elevarían también “el número de contribuyentes al sistema de pensiones”.

El Fondo recuerda que en los años 2000 España ya “registró una importante llegada de inmigrantes”, así como que además se deberían “introducir cambios políticos para reducir la emigración”.

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De esta manera, el FMI apoya la posición del Gobierno de Pedro Sánchez, y en concreto la de su secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, que este mismo mes que “los extranjeros son más una oportunidad que una amenaza” ya que el “sistema de protección social necesita que haya millones de cotizantes”.

“La llegada de extranjeros siempre ha sido vista como una amenaza. En 2005 se decía algo muy similar a lo que se dice ahora, pero la llegada de extranjeros debe verse como una oportunidad de reponer la pirámide demográfica, de mantener nuestro estilo de vida”, incidió el que también fue responsable de la Seguridad Social durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.