La posición tradicional de la derecha en lo referente a los impuestos es ampliamente conocida. Tras el anuncio del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, de eliminar el impuesto de sucesiones para las rentas más altas en dicha Comunidad Autónoma, el Gobierno de coalición amaga ahora con una contraofensiva fiscal para evitar que las rentas mas altas se refugien en las comunidades autónomas gobernadas por el PP.

Con este anuncio Moreno Bonilla se posiciona con la laxa política fiscal de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso. Frente a este binomio Ayuso-Bonilla, que favorece principalmente a las rentas más altas, se posiciona la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La ministra abría este miércoles la puerta a incrementar la presión fiscal sobre "los que más tienen", tal y como sugieren desde el Ejecutivo.

De acuerdo con la titular de Hacienda, el ministerio continúa "explorando ámbitos en donde se le pida mayor esfuerzo a aquellos que más tienen”. El Gobierno asegura que, "lo hemos hecho con la banca y tenemos que seguir explorándolo también con las grandes fortunas". "Tenemos que pedirle un mayor esfuerzo a los que más tienen para acompañar a la clase media, a la clase trabajadora de este país. Y eso lo haremos", zanjaba este miércoles Montero.

La Ministra ha insistido en que es "un buen momento” para "pedir un mayor esfuerzo a las grandes fortunas, a las energéticas, a la banca, a las eléctricas; en definitiva, a los que están teniendo un mejor resultado, o tienen más capacidad económica en detrimento de la clase media".

Montero contra los "paraísos fiscales del PP"

El responsable de Elaboración Programática en Izquierda Unida, Carlos Sánchez Mato, aplaudía las palabras de Montero. "Si el PSOE quiere, las grandes fortunas tendrán que contribuir mucho más, tal y como llevamos reclamando desde Unidas Podemos. Es parte esencial para que haya justicia fiscal" argumentaba Sánchez Mato a través de su perfil de Twitter.

El esfuerzo de Moncloa se centra en estos días en proteger a las clases medias a través de la redistribución fiscal, frente a un PP alineado con las élites económicas. No hay más que tirar de hemeroteca para discernir la posición de los populares en favor de las grandes energéticas, ante un delicado contexto.

En este marco se encuadran las declaraciones de Montero. "Es peligroso que, en un país cualquiera, pero en España especialmente, haya dirigentes autonómicos que hablen de paraísos, eso que estamos combatiendo en el nivel internacional". La ministra también ha afirmado que "tenemos que evitar que se produzca un 'dumping' fiscal, es decir, una competencia fiscal a la baja, que deje sin contenido determinadas figuras fiscales", "se trata de elementos que no son buenos".

Asimismo también ha criticado que tras la decisión de eliminar impuestos las comunidades demanden fondos al Gobierno central, "se sacrifican 120 millones de recaudación para la sanidad, para la educación, para la dependencia, para favorecer a 17.000 personas o al 0,2% de los ciudadanos de Andalucía", apuntaba Montero.

Hacienda prevé remitir en unos días una nueva propuesta de mínimos a las comunidades autónomas, no obstante, al tratarse la financiación autonómica en una ley orgánica, son los partidos parlamentarios los que deciden en última instancia. Sin embargo, esta reforma del sistema de financiación de las comunidades autónomas se antoja lejano teniendo en cuenta la distancia abismal entre PP y PSOE, máxime con un año electoral a la vista.