La reunión del comité ejecutivo extraordinario de CEOE ha terminado con un no a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) "por unanimidad" tras la propuesta presentada por la propia ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la reunión mantenida este lunes con los agentes sociales. Con este rechazo, la subida del SMI se aprobará de forma bipartita, como estaba previsto, entre Gobierno y sindicatos.

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La patronal considera que el aumento hasta los 1.000 euros es una subida "indiscriminada" y ya rechazó sumarse al acuerdo en la subida anterior. Asimismo, en las últimas semanas ha ido dejando claro su posición. CEOE considera que “no es el momento” de subir el salario mínimo, coincidiendo con las primeras señales de recuperación tras la pandemia y alerta de los efectos que podría tener en la creación de empleo.

No obstante, la patronal aceptó acudir a la reunión convocada por Trabajo, escuchó su propuesta y este martes lo ha presentado a su comité ejecutivo, con un resultado negativo. También los órganos de gobierno de Cepyme han rechazado "por unanimidad" la subida del SMI.

"Las empresas van retrasadas en la recuperación"

Las patronales aseguran en un comunicado que continúa un "contexto económico de incertidumbre, en el que previsiblemente no se recuperarán los niveles de negocio precrisis hasta 2023, con presiones crecientes en los costes de las empresas y una notable caída acumulada de la productividad". Así, aseguran que las empresas "van retrasadas en la recuperación de la normalidad". 

"Una nueva subida del SMI contribuirá a aumentar los costes laborales y la presión sobre los márgenes de las empresas lo que, unido a otros riesgos como el encarecimiento de las materias primas o los cuellos de botella en las cadenas globales de suministro, pueden llevar a un menor dinamismo económico en el futuro y a una menor creación de empleo", alertan conjuntamente CEOE y Cepyme, que ponen en relieve que las empresas han asumido ya una subida del SMI del 30% desde 2019. 

Con este aumento, según los empresarios, el coste total por empleado para las empresas es "muy superior a esos 1.167 euros mensuales que se proponen y que sobrepasaría los 1.500 euros en términos generales". "La propuesta del Gobierno es inasumible para sectores especialmente vulnerables como el agrícola y aquellos intensivos en mano de obra (limpieza, hostelería, etc.), que llevan años soportando sobrecostes de todo tipo", resumen en un comunicado. 

Por su parte, los órganos ejecutivos de UGT y CCOO han ratificado la propuesta del Gobierno para subir el salario mínimo para este 2022, con carácter retroactivo desde el pasado 1 de enero, hasta los 1.000 euros. Trabajo presentó una primera propuesta hasta los 996 euros, que después redondearon hasta los 1.000 euros.

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1.000 euros con efectos retroactivos desde el 1 de enero

De hecho, los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han recalcado este martes en un acto conjunto en Valladolid que no se sumarán a la subida si no alcanza los 1.000 euros. “No hay posibilidad de llegar a ninguna negociación que no conlleve los 1.000 euros", ha asegurado Álvarez, justificando que es un “compromiso previamente adquirido”, en concreto en septiembre.

"Es un acuerdo que aportará una enorme intensidad en contratación, va a conllevar la estabilización y la caída de la tasa de temporalidad en los próximos trimestres y años, equilibra la negociación colectiva y ofrece alternativas a despidos a través de los ERTE, que han conseguido salvar más de 3,5 millones de puestos de trabajo", ha celebrado Sordo.

Esta es la propuesta que han ratificado los órganos internos de los sindicatos ya que coincide con la petición repetida en las últimas semanas. Las reuniones se celebraron el propio lunes, después de la reunión, y los sindicatos se encontrarán este miércoles de nuevo con el Ministerio de Trabajo, también con la ministra responsable, para cerrar el acuerdo.

Como ha recalcado la ministra de Trabajo en la rueda de prensa tras la reunión, el Gobierno no está obligado a negociar la subida del salario mínimo con los agentes sociales, sino que solo tendría que realizar un proceso de consulta. No obstante, el objetivo de la ministra pasa por alcanzar el máximo acuerdo por la importancia del diálogo social.

Hasta la aprobación, el SMI se encuentra en los 965 euros, por lo que el aumento supone 35 euros más hasta los 1.000 euros al mes en 14 pagas. Además, el Gobierno ha reiterado su compromiso para, a través de su “progresiva revisión”, en 2022 y 2023, se alcance el 60% del salario medio antes del final de la legislatura, cumpliendo también con los objetivos de la Carta Social Europea y el acuerdo del Gobierno de coalición.