El Gobierno de coalición ha detonado una crisis interna que ha activado a todas las formaciones políticas, a cuenta de la equiparación del mínimo exento de tributar IRPF con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ha subido 50 euros brutos al mes en 14 pagas. El conflicto protagonizado por la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que a su vez se traduce en un choque entre PSOE y Sumar, ha dejado seriamente tocada la salud de la legislatura.

Lo que debería haber sido una nueva victoria social para la coalición se ha visto opacado por un choque que llegó a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y dejó estupefactos a parte de los presentes en la sala de la Moncloa. “No hubo ni deliberación en el Consejo de Ministros, ninguna, ni comunicación, desde luego, a ninguna de las partes que componemos el espacio de Sumar en el Gobierno”, acusaba Díaz a la parte socialista, concretamente a Montero, de haberse enterado por la prensa de la no elevación del mínimo exento de IRPF.

Sin embargo, desde el PSOE niegan la mayor y la propia ministra portavoz, Pilar Alegría, susurraba a su compañera de Gobierno “eso no es así” mientras pronunciaba estas palabras. Un acto de traición, de exposición de un supuesto aliado, es como se ha recibido la pronunciación de la ministra de Trabajo en Ferraz, sensación agravada tras conocerse minutos después que la formación magenta había presentado una proposición de ley en el Congreso de los Diputados para acometer la modificación a la que se ha opuesto Montero.

“Sumar apoyará la iniciativa”, confirmaba Díaz la intención de voto de su partido si esto llegaba a la Cámara Baja. Ahora, el partido mayoritario de la coalición se muestra sorprendido ante esta posición y señalan que la posibilidad de no elevar el mínimo exento de IRPF ya aparecía recogido en el informe del comité de expertos reunido por la propia titular de Trabajo y que se hizo público el 8 de enero. No obstante, este informe ya contemplaba la misma nota al pie en sus ediciones de años anteriores y, en aquel momento, los socialistas lo ignoraron.

Nosotras no hemos cambiado de posición”, defiende Díaz, que acusa al PSOE de haber virado al respecto, pues en años anteriores si apoyó elevar el mínimo exento pese a la nota de los expertos, y de aprobar “regalos fiscales” a los rentistas, pero no a las rentas más bajas. Más allá del argumentario y la justificación de posiciones, en Ferraz molestan las formas y la situación en la que los socialistas se quedan en el Congreso, donde de votarse la propuesta obtendría los apoyos suficientes, pues el propio Partido Popular (PP) ha olido sangre y se ha postulado a favor.

El PP disfruta con la doble pinza

Génova está de enhorabuena. El partido no atravesaba un buen momento y le costaba encontrar un hueco por el que penetrar para hacer daño al gobierno, más allá de una batalla judicial estancada y que gira desde hace meses en torno a los mismos argumentos. Pero la coalición se lo ha puesto en bandeja y los del Alberto Núñez Feijóo han visto la oportunidad de hacer daño al PSOE, apoyando la posición de Sumar y el resto de la izquierda, y a la propia Díaz, a quien consideran dócil y complaciente con Pedro Sánchez.

Los conservadores han presentado en sede parlamentaria la segunda de las tres proposiciones para elevar el mínimo exento, que cuenta con una mayoría holgada y que el PSOE, como parte mayoritaria del Gobierno, solo podría vetar haciendo uso de su competencia presupuestaria. De no ser así, los socialistas solo pueden rectificar y encontrar un acuerdo para dar un ‘sí’ con la cabeza lo más alta posible o perder en el Congreso ante la pinza de sus socios habituales y el principal partido de la oposición.

Sin embargo, Sánchez y Montero no son los únicos que están pasando unas malas horas. La continuidad de Díaz en el Gobierno está, por primera vez, en debate y desde el PP también hacen daño en este flanco. “A Pablo Iglesias no se la habrían colado”, le dedicaba Feijóo a Díaz este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno, menos de 24 horas después de la detonación de la guerra. Una mención al antiguo que hace daño y que a su vez resucita al principal rival electoral de Sumar.

Podemos es el autor de la tercera y última proposición de ley presentada en el Parlamento para elevar el mínimo exento. Los morados siguen recuperando terreno demoscópico a los de Díaz apoyándose en la debilidad del Gobierno y en la poca presión que consideran que hace la minoría de la coalición. “Solo manda el PSOE, que era lo que quería Sánchez”, ha pronunciado este jueves la secretaria general de la formación y candidata a la reelección, Ione Belarra, que adelanta la dirección de sus pasos y certifica la difícil situación para las dos partes de la coalición.