Ahora que parece que los instigadores del proceso de independencia catalán han resurgido, tal vez por las últimas encuestas que no son muy favorables, acaba de aparecer un libro del historiador y economista Gabriel Tortella con el que trata de desmontar sus "mitos" y discute algunas de las versiones a su juicio "sesgadas" de la historia que abundan en los últimos tiempos.
'Cataluña en España. Historia y mito', publicado por la editorial Gadir y escrito por Gabriel Tortella -con José Luis García Ruiz, Clara Eugenia Núñez y Gloria Quiroga como coautores-, sintetiza la historia de Cataluña y la de España en su recorrido común desde la Edad Media hasta la actualidad.
“Celos violentos”
Una obra que aborda desde las balanzas comerciales y fiscales, hasta las políticas identitarias llevadas a cabo por la Generalitat catalana o el giro hacia la ruptura de los nacionalistas. Tras reconocer que en Cataluña existe un problema de encaje con el resto de España, considera que también hay "unos celos violentos por no ser el centro de España y porque el idioma catalán sea irrelevante comparado con el español".
Y a este resentimiento "contribuye el injustificable desconocimiento que hay en el resto de España de la historia y la cultura catalanas". No obstante, la obra precisa que ninguno de esos problemas justifica el separatismo, porque "la incomodidad no es opresión" y el hecho de que los ricos paguen más impuestos que los pobres "no es expolio, es justicia".
“Pésima” gestión autonómica
Del mismo modo, el libro se pregunta por qué crece el "paroxismo separatista" y la "retórica antiespañolista" cuando Cataluña disfruta de las mayores cuotas de autogobierno y del periodo más largo y completo de autonomía, y aporta una respuesta: para tapar la "pésima" gestión del Gobierno autonómico, que ha acumulado una enorme deuda y un gran déficit.
Una parte del voto independentista fue en protesta a los impopulares recortes a los que obligó la crisis, de acuerdo con la reflexión de los autores del libro, que avisan de que con la mejora de la economía el secesionismo ha vuelto a perder adeptos.
No ganarán elecciones
En este escenario, los autores interpretan que la declaración soberanista del 9 de noviembre en el Parlament demuestra que los separatistas no confían en volver a ganar más elecciones y que esa especie de "golpe de mano" es "su única oportunidad de convertirse en señores feudales de Cataluña". En concreto dicen que "se trata de una maniobra desesperada que no puede terminar bien", al tiempo que apelan a que Cataluña no vuelva a ir contra la corriente de la historia para no salir de nuevo "trasquilada".
Analizando más atrás en el tiempo, la obra considera que los nacionalismos vasco y catalán, reprimidos por el franquismo, despertaron con mayor fuerza en la transición y encontraron "simpatía y comprensión" en toda España al desaparecer la dictadura.
Franquismo y nacionalistas
El franquismo, según el libro, "había logrado a la larga lo contrario de lo que pretendía" y desprestigió el "nacionalismo español" hasta extremos "inauditos" al tiempo que, a la vez, "acreditaba a los nacionalismos periféricos".
Fue esa situación la que motivó, recoge la obra, "la indiferencia o incluso simpatía con la que el conjunto de la población española ha considerado a estos nacionalismos periféricos y la pasividad irresponsable con la que los gobiernos de la democracia han tolerado las continuas violaciones de la legalidad vigente perpetradas por los nacionalistas catalanes".
Analiza también la política educativa de los últimos años y constata que se ha difundido, desde la escuela primaria hasta la prensa y televisión, "una versión deformada y victimista de la historia, repleta de falsedades".
Mitos que a lo largo de 500 páginas intentar desmontar los autores del libro, que niegan, por ejemplo, que en 1714 se hubiera aplastado a la nación catalana que luchaba por su independencia, que se hubiera sometido a Cataluña a un expolio sistemático o que la lengua catalana haya estado perseguida sistemáticamente. "Lo del expolio casa muy mal con el impresionante despegue económico que ha tenido" esa comunidad, advierten a modo de ejemplo.
"Todos los nacionalismos necesitan mitos, es decir, historias más o menos falseadas para justificarse", añade el libro, en el que se recuerda que el franquismo también "propagaba una versión maniquea y xenófoba de la historia de España en la que los demócratas eran los malos y los autoritarios los buenos".