La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha presentado este lunes un informe económico durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, adelantado por la investidura de Alberto Núñez Feijóo, que evidencia la buena marcha de la economía española. El Producto Interior Bruto (PIB) recuperó su nivel prepandemia en verano de 2022 y a estas alturas supera ya en un 2% este dato. Las previsiones a futuro mantienen la buena marcha y, en comparación con el resto de grandes economías europeas, España se destaca a mucha distancia.

La economía está demostrando más que nunca su fortaleza. Somos ahora mismo la gran economía que más crece y con la inflación más baja”, ha celebrado Calviño, que ha señalado cuatro factores concretos que han posibilitado esta marcha diferenciada: el rápido despliegue del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, el dinamismo del mercado laboral, la evolución positiva del mercado exterior y la solvencia de las empresas y familias españolas. Todo ello, según la vicepresidenta, ha propiciado que todos los organismos nacionales e internacionales hayan mejorado las previsiones económicas, pese al contexto de elevada incertidumbre.

“La inversión ha crecido en España un 5% desde que se puso en marcha, frente al 1,6% del conjunto de la zona euro”, ha remarcado la líder de la cartera de Economía, que también ha puesto en valor que el consumo esté creciendo por encima del 2%. No obstante, si un aspecto ha sido destacado por la ministra es el empleo. “La creación de empleo tuvo un ritmo extraordinario en el primer semestre del año, alcanzando el récord histórico de 21 millones de ocupados, y se mantiene en parámetro de normalidad en el mes de septiembre”, ha apuntado.

Un dato relevante que ha aportado en este sentido es que, durante el primer semestre del año, el 60% de la creación de empleo en la Unión Europea ha tenido lugar en España, reflejando estos puestos de trabajo “una mejora de la estabilidad y la calidad”. “Contrasta con los 12 años que se tardaron en recuperar los niveles de empleo tras la crisis de 2012 y, sobre todo, con el aumento de la precariedad que se produjo durante esa década perdida”, ha enfrentado Calviño, mostrando las diferentes maneras de salir de una crisis.

Más allá del mercado de trabajo, la vicepresidenta ha destacado la reducción de “la posición deudora de la economía española con el exterior”, que es ya treinta puntos inferior 2020 “gracias al superávit de la balanza de pagos por cuenta corriente”. Por último, ha celebrado el “desapalancamiento de las empresas y las familias”, que han reducido “significativamente el endeudamiento, lo que explica la resiliencia de la economía española frente a la subida de los tipos de interés”. En este aspecto ha querido apuntarle un tanto al Gobierno, asegurando que esto “ha sido posible gracias al fuerte apoyo del sector público, con una política fiscal responsable”, que permite adelantar a 2024 la reducción de déficit sobre el PIB al 3%.

Fondos europeos y ayudas

Calviño ha querido referirse también al despliegue de los fondos europeos, de los que España ha recibido ya tres pagos, siendo el país más avanzado, y tiene ya previsto solicitar el cuarto de 10.000 millones de euros. “Se han adjudicado un 80% de los fondos recibidos, 30.000 millones de euros” y se ha alcanzado ya la “velocidad de crucero en la ejecución de inversiones”, ha trasladado. Sobre su despliegue, unido a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que Calviño no ha descartado que puedan redactarse para 2024 a tiempo, ha trasladado tranquilidad en caso de que no diese tiempo.

“En todo caso, desde la perspectiva de la ejecución de los fondos europeos, tenemos un marco presupuestario que nos permitirá seguir desarrollando estas inversiones y que tiene que dar, de nuevo, un mensaje de confianza y de continuidad para que podamos culminar este proceso de modernización tan importante para el presente y el futuro de nuestro país", ha apuntado.

La vicepresidenta también ha sido preguntada por la vigencia de los paquetes de ayudas aún en vigor y que, en su mayoría, decaen el 31 diciembre. En esta ocasión, ha vuelto a pedir prudencia y ha asegurado que aún no está tomada la decisión. "De aquí a finales de año" se tomarán las medidas que se consideren más adecuadas, "pensando siempre en una política fiscal responsable y en el mejor uso de los recursos públicos", ha garantizado. Así, se irán “adoptando en cada momento las medidas más adecuadas y tratando de hacer el uso más eficiente de estos cuantiosos recursos públicos que hemos movilizado para responder al impacto de la guerra", ha zanjado.