Si ha visto, leído u oído, que Hacienda investiga los gastos y hasta los regalos de las bodas, sepa que es un bulo.  Sobre todo porque la Agencia Tributaria ni siquiera es competente para investigar los sobres con dinero que se entregan a los novios. "Ese dinero es una donación", explican fuentes de Hacienda a ElPlural.com, "y el impuesto de donaciones es competencia de las Comunidades Autónomas, no de Hacienda". 

Desde el ministerio explican que "desde hace mucho" se investiga a los restaurantes, floristas, orquestas y otros negocios involucrados en las celebraciones de bodas por pretender cobrar sus servicios en dinero negro y, de esa manera, evadir impuestos a la Hacienda pública. Para ello alguna vez se ha llegado a contactar a los novios para que, como testigos, testifiquen de qué manera tuvieron que pagar por su ceremonia. Pero el único sobre que interesa a los inspectores es el que acabaría en manos del empresario, no los que los invitados dan a la nueva pareja. 

¿Qué pasa con los regalos de boda? Nada

Los regalos de boda están considerados como donaciones y, en todo caso, deberían tributar como tales. Este impuesto está transferido en su totalidad a las comunidades autónomas, en su recaudación y en su gestión, y en gran parte en su regulación, así que es hasta posible que no haya que declarar los regalos de los parientes, porque en algunas CCAA están exentos, dependiendo de la comundad en la que resida la feliz pareja. 

En cualquier caso, no es nada probable que en nuestro banquete de boda pase a visitarnos un inspector autonómico, dado que los importes manejados en la mayoría de los matrimonios no se consideran cantidades lo suficientemente relevantes como para ser inspeccionadas.