Mientras que la Comisión Europea revisa a la baja las previsiones de crecimiento, debido entre otras cosas al estancamiento de la economía alemana, mantiene las proyecciones de crecimiento para España, que sitúan la expansión de la economía en un 2,1% este año y en un 1,9% en 2020, una expansión idéntica a la que incluye el Plan de Estabilidad presentado por el Gobierno al Ejectuvo comunitario.

Así, en un contexto de moderación de la demanda doméstica, debido principalmente a la ralentización del consumo privado por el rebote de la tasa de ahorro y a los menores niveles de inversión, la expansión económica se beneficiará de una mejor contribución de las exportaciones netas.

El empleo sube por encima de lo esperado

Además, la Comisión Europea destaca en la ficha sobre España que el crecimiento del empleo sigue "superando las expectativas". En este sentido, apunta que la creación de puestos de trabajo se mantendrá "robusta" aunque se ralentizará como consecuencia de la moderación de la demanda y del incremento del salario mínimo, una previsión que aún está por confirmarse. 

En esta línea, las autoridades europeas prevén que la tasa de desempleo se reduzca desde el 15,3% de 2018 hasta el 13,5% en 2019 y el 12,2% en 2020, el menor nivel desde 2008. A su vez, creen que el incremento de los salarios alcance su pico este año, por el impacto de la subida del SMI, para después moderarse, aunque todavía por encima de la inflación.

Ligero aumento del déficit

Bruselas calcula que España cerrará este año con un déficit público equivalente al 2,3% del PIB, un porcentaje tres décimas mayor que la previsión del Gobierno reflejada en el Plan de Estabilidad que envió a las autoridades comunitarias la pasada semana. La ausencia de unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que permitieran incluir nuevas medidas de reducción del déficit suponen para la Comisión un obstáculo para que nuestro país siga reduciendo la deuda de las cuentas públicas. 

Sin embargo, el Ejecutivo comunitario remarca que algunas de las medidas incluidas en los PGE, que fueron tumbados por el Congreso, también tendrán un efecto en 2019, como la subida del sueldo de los funcionarios o la bajada de impuestos a las rentas más bajas. También advierte de que también pueden elevar el desfase de las cuentas públicas las indemnizaciones a las constructoras de las autopistas rescatadas.

Más allá de 2019, Bruselas calcula que el déficit de 2020 se reducirá tres décimas, hasta el 2%, bajo la asunción de un escenario sin cambios en la política fiscal, frente al 1,1% que prevé el Gobierno. El déficit estructural -sin tener en cuenta los efectos del ciclo económico- se deteriorará levemente durante los próximos dos años, según las autoridades comunitarias.