La Comisión Europea ha dado este lunes luz verde al Fondo de Recapitalización español, dotado con 1.000 millones de euros iniciales para las empresas afectadas por la pandemia de coronavirus. El plan ha sido aprobado como parte de las ayudas estatales temporales a nivel europeo, con el objetivo de hacer frente a las consecuencias de la pandemia en el ámbito económico. 

La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, ha valorado el plan español y asegura que permitirá a España apoyar a las empresas a través del acceso a la financiación. Asimismo, ha reivindicado los esfuerzos a nivel comunitario para impulsar las economías nacionales.

“Este régimen de recapitalización de 1.000 millones de euros permitirá que España preste apoyo a las empresas afectadas por la pandemia de coronavirus, facilitando su acceso a la financiación en estos difíciles tiempos. Seguimos trabajando en estrecha cooperación con los Estados miembros para encontrar soluciones viables que mitiguen el impacto socioeconómico de la pandemia de coronavirus y sean acordes con la normativa europea sobre ayudas estatales”, ha explicado.

El Fondo de Recapitalización español contará inicialmente con 1.000 millones de euros, dentro del Real Decreto-ley de medidas extraordinarias de apoyo a la solvencia empresarial que el Gobierno ha aprobado en marzo. En total, el Ejecutivo movilizará 11.000 millones de euros en ayudas directas a las empresas, a través de subvenciones, reducción de costes y el refuerzo de capital.

Bruselas valora positivamente el plan

Bruselas asegura en su análisis que el plan de España está en línea con el marco de las ayudas estatales temporales y destaca que el apoyo se presta solo en el caso de que no haya otras soluciones apropiadas disponibles y de que haya interés común en esta intervención, en relación con las medidas de recapitalización.

Además, valora que el apoyo del Gobierno se limitará a la cantidad necesaria para asegurar la viabilidad financiera y restaurar el capital pre pandemia, así como que plantea una remuneración adecuada para el Estado e incentivos para que los empresarios puedan devolver el apoyo financiero lo antes posible.

Bruselas también considera que hay salvaguardas que garantizan que los beneficiarios no sacan beneficio indebido de la recapitalización, en detrimento de una competencia justa. Por otro lado, el plan contempla que la ayuda debería cumplir con todas las condiciones adicionales establecidas por Bruselas en sus normas de recapitalización sobre las ayudas en forma de instrumentos de deuda subordinada.