Bankia cuenta ya con más de 9.200 empleados con certificación para poder ofrecer asesoramiento financiero a los clientes en la red de oficinas de la entidad, según los criterios de la nueva normativa Mifid II. El 70% de los empleados de Bankia de la red minorista de oficinas ya cuenta con esta certificación, mientras que en banca de empresas la cifra se eleva hasta el 83%.

El ciclo formativo del último proceso de capacitación conforme a los requisitos que establece Mifid II en Bankia comenzó el pasado mes de enero, celebrándose los exámenes durante el mes de julio. Así, el 77% de los empleados de Bankia que se presentó a la prueba aprobó y logró esta certificación. Así, los empleados de la entidad que posean este título han seguido un periodo formativo intenso con un alto grado de implicación, compromiso y responsabilidad. El programa, además de cumplir con una acreditación para ejercer las labores de asesoramiento, es una garantía para ofrecer a los clientes de Bankia los máximos niveles de transparencia, protección y calidad de servicio.

Para continuar esta formación, después del verano está previsto que unos 3.250 empleados no certificados comiencen el itinerario de preparación, cuya finalización está prevista para abril de 2019. Esta acción formativa es una colaboración entre Bankia y la Fundación de Estudios Financieros. Aquellos que superen este examen accederán a una doble acreditación: la certificación profesional de Experto en Asesoramiento Financiero, otorgada por el Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF), y el título universitario de Especialista en Banca y Asesoramiento Financiero, concedido por el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF).

Mifid II, en sustitución a Mifid, que llevaba en funcionamiento desde el año 2007, es la nueva directiva de la Unión Europea que tiene como objetivo fundamental conseguir una mayor transparencia y protección de los clientes y una mayor regulación de los mercados financieros. Para Bankia, los nuevos requisitos que establece Mifid II, lejos de suponer un inconveniente, representan una gran oportunidad para establecer una nueva relación con sus clientes.

Así, la entidad ha elegido como camino el asesoramiento personalizado a sus clientes y, por ejemplo, la contratación de fondos de inversión para personas físicas en oficinas solo se podrá realizar bajo el escenario de asesoramiento, previo test de conveniencia e idoneidad por parte del cliente para estar correctamente perfilado y conocer su perfil de riesgo.