Este año las vacaciones en periodo de pandemia se plantean de forma diferente. La flexibilidad sobre las restricciones, especialmente las de movilidad - sobre todo desde que concluyó el estado de alarma el pasado 9 de mayo y se levantaron los cierres perimetrales de las comunidades autónomas- y la puesta en marcha del proceso de vacunación contra el Covid-19, han hecho que muchos españoles piensen en salir durante este 2021 de sus hogares. Se acabó el confinamiento. Pero ¿Qué destinos son los preferidos?

Los alojamientos rurales registran un 95,15% de ocupación en agosto, una cifra bastante superior a la que se dio en 2019, cuando se registró un 80;76% durante el mismo mes, según la plataforma casasrurales.net. De hecho, la misma web, publica un estudio que concluye que este año se prevé un “verano histórico”, siendo el turismo rural una de las opciones preferidas por los viajeros.

Por comunidades autónomas, Cantabria - ahogada en estos momentos por el rebrote del Covid-19- lidera la lista con un 98,8% de ocupación, seguida de Asturias (98,52%), Cataluña (98,01%), Murcia (97,61%) y Madrid (97,15%).

Específicamente, Pontevedra (97,08%), Málaga (97,02%), Huesca (96,45%), Vizcaya (96,25%) y A Coruña (96,09%) completan el Top 10 nacional. También Córdoba (63%), Sevilla y Cádiz (62%) han recibido un elevado número de demandas.

Por el contrario, la Comunidad Valenciana (93,65%), Extremadura (90,17%) y Las Islas Baleares (85,94%) son las comunidades con menos reservas de turismo rural.

¿Por qué el turismo rural está en auge?

Con la pandemia aún acechándonos, muchos viajeros buscan destinos tranquilos, independientes. Espacios en plena naturaleza en los que pueden evitar las masificaciones que, por ejemplo, suelen producirse en la costa española, especialmente en la del Levante. Y es que el miedo a la propagación del virus o a contagiarse aún sigue latente. Es decir, los viajeros prefieren destinos  seguros y aislados.

De momento quienes están optando por este tipo de turismo son los turistas nacionales, aunque ya se empieza a notar la afluencia de viajeros extranjeros, eso sí, en menor cantidad. Este año se prevé que las estancias se prolonguen entre 5 y 7 días y se solicitan, sobre todo, establecimientos con piscina y parrillas exteriores.

Las variantes del coronavirus

No obstante, la incertidumbre vuelve a planear sobre los veraneantes, a quienes los establecimientos están ofreciendo opciones flexibles. Los rebrotes que están experimentando algunas comunidades autónomas como la mencionada Cantabria, Asturias o Aragón, han ralentizadlo el número de reservas debido al temor a nuevas restricciones de movilidad.

Esto, ha supuesto un gran golpe para los empresarios turísticos del Pirineo, por ejemplo, cuyas expectativas estaban puestas en el verano ya que aún no han cobrado las ayudas por el parón de la nieve. Lo cierto es que los rebrotes y, sobre todo, las nuevas variantes del coronavirus que tienen una elevada transmisibilidad, han paralizado, de momento, las llamadas a las recepciones de los hoteles rurales. Simplemente queda confiar en que las medidas adoptadas por las comunidades autónomas y el proceso de vacunación consigan frenar la propagación del coronavirus.