La economía europea resiste durante el primer trimestre del año la coyuntura económica cambiante y turbulenta y experimenta un crecimiento del 0,1% de su Producto Interior Bruto (PIB). El dato adelantado publicado este viernes por Eurostat, oficina estadística europea, es el primero con veinte miembros de la moneda única y da la vuelta a los tres meses anteriores en los que la inclusión de Croacia, último país que se ha sumado a la divisa común, suponía un estancamiento ficticio. En este primer trimestre, contar con la presencia de Croacia permite avanzar el dato que, de contar solo con los 19 miembros previos a la entrada croata en enero, se contraería un 0,1%.

El dato es mejor para la Unión Europea (UE), que registra un avance del 0,3% y solventa el riesgo de recesión técnica -dos trimestres consecutivos de evolución negativa del PIB- que amenazaba a los Veintisiete después de sufrir una contracción del 0,1% al cierre del pasado año. En la comparación con el mismo periodo de 2022, tanto la zona euro como la UE muestran una expansión del 1,3%. Estos datos positivos para el continente, no obstante, son posibles gracias al aporte de determinadas economías que han conseguido compensar los datos negativos de otros países.

La Península Ibérica vuelve a erigirse, también en esta materia, como principal motor europeo. España es la economía que marca el mejor dato de progresión interanual de toda la eurozona, con un avance del PIB del 3,8% en comparación con el primer trimestre de 2022. En lo referido a la comparativa Intertrimestral, Portugal aparece en primera posición con una expansión del 1,6% de su PIB. A distancia de un punto, España aparece en segunda posición, empatada con Italia y Letonia, con una progresión del 0,5% que ha sobrepasado las expectativas más halagüeñas.

Así, las economías mediterráneas, que fueron las que más sufrieron el golpe de la crisis sanitaria por su dependencia del turismo y del sector servicios, especialmente España con una contracción del 11,3% (-9% para Italia y -8,7% para Portugal), son ahora los motores económicos que evitan que la eurozona se contraiga y encadene dos trimestres consecutivos en negativo. La peor contracción trimestral de la eurozona la registra Irlanda con una contracción de su PIB de casi tres puntos (-2,7%), seguida muy de lejos por Austria (-0,3%).

En términos interanuales, en los que España destaca, las tasas de crecimiento son positivas en todas las economías de la zona euro, a excepción de una, Alemania. El país bávaro registra una contracción del 0,1% en comparación con el primer trimestre de 2022, dato determinante al ser Alemania la principal economía de la eurozona y la UE. Tampoco ha sido positivo el dato para el motor alemán, que se ha estancado y ha marcado un 0%, esquivando por muy poco la recesión técnica.

Datos españoles

Los datos de evolución del PIB español han sido publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y muestran un avance trimestral del 0,5% y una comparativa interanual del 3,8%. Para los próximos trimestres se prevén también avances positivos, no obstante, aun reflejándose periodos a cero, un crecimiento del 1,5% anual estaría ya garantizado con este dato, tal y como calculan desde Economía, lo que terminaría por certificar la recuperación del PIB prepandemia que, en la práctica, ya se ha producido.

“El crecimiento económico y la creación de empleo se han acelerado en el primer trimestre del año”, ha celebrado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño. “Prácticamente hemos recuperado el PIB prepandemia y la ocupación se sitúa claramente por encima”, ha valorado los datos. Lo cierto es que este es el último indicador que queda pendiente de recuperar, ya que, el resto están muy por encima, como es el caso de los datos de empleo, el paro juvenil, la inversión y la productividad por hora trabajada. Con el avance de medio punto registrado en los tres primeros meses del año, este último escollo parece estar ya superado para la economía española.

La buena marcha del empleo y las aportaciones de la demanda nacional y externa han posibilitado el avance de los datos. La demanda nacional ha aportado 1,3 puntos, tres décimas por encima de la del cuarto trimestre de 2022, y la demanda externa 2,5 puntos, seis décimas superior a la del trimestre pasado. Por su parte, el consumo de los hogares, vital para el avance de la economía, se ha incrementado un 1,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior, aunque se reduce en las mismas cifras con respecto al pasado trimestre.