El Gobierno de Alemania ha anunciado este miércoles una amplia batería de medidas para reducir el consumo energético, imitando a España y al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez. Es decir, mientras el Partido Popular critica el plan de ahorro o incluso se niega a cumplirlo, el resto de Europa copia las iniciativas de ahorro aprobadas hace dos semanas en Consejo de Ministros y que pasan este jueves el trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados.

El paralelismo entre las normas española y alemana es tal que una de las medidas estrella pasa por el control de temperatura en edificios públicos, con la calefacción a 19 grados en invierno, tal y como también recoge el Real Decreto-ley de ahorro energético español que se vota este jueves. La normativa correspondiente a la temperatura implica el descenso de un grado frente a los grados recomendados anteriormente y, asimismo, incluye novedades como no calentar las zonas comunes de los edificios públicos. Además, el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, ha anunciado que los grifos de agua en los edificios públicos solo dispensarán agua fría en el futuro.

Alemania, uno de los grandes Halcones del norte, no solo ha copiado el límite a la temperatura en los edificios públicos, sino que también apuesta por el apagado nocturno de escaparates o incluso monumentos, desde las 22 horas hasta las 6 horas. La normativa germana prohíbe la iluminación nocturna de instalaciones publicitarias y de aquellos edificios y monumentos que solo requieran de luces por motivos estéticos. También el cierre de puertas, en vigor en las calles españolas desde hace dos semanas, llega a Alemania, donde los establecimientos deben mantener la puerta cerrada en invierno para evitar desperdiciar la calefacción.

Medidas para los consumidores particulares 

Más allá de las medidas para edificios públicos y empresas, el Gobierno de Olaf Scholz ha dado un paso más en la reducción del consumo energético de la sociedad alemana y ha anunciado que los particulares no podrán calentar sus piscinas con gas y electricidad. Alemania es uno de los países más dependientes del gas ruso y las constantes amenazas de Vladimir Putin de cortar el envío de esta materia prima pone en peligro el suministro en los próximos meses.

Con el objetivo de reducir el uso del gas, las empresas proveedoras tendrán que informar a sus clientes sobre el consumo energético previsto y las posibles medidas de ahorro. Algo parecido tendrán que hacer los propietarios de vivienda con sus inquilinos. “Cada contribución cuenta”, ha defendido Habeck, que reclama un “esfuerzo nacional” y la contribución de todos los actores sociales.

Las medidas de ahorro se complementan con otras iniciativas similares a las aprobadas en España. Es el caso de la bajada temporal del IVA del gas hasta el 7%, desde el 19% anterior, para frenar el impacto del encarecimiento de la energía en los hogares y empresas. Además, desde octubre se sumará la nueva tasa fijada en la factura para repartir el encarecimiento de los combustibles entre los consumidores particulares y empresas.

Las medidas del plan de ahorro energético alemán nacen con una vigencia inicial de seis meses, coincidiendo con el invierno, desde el próximo 1 de septiembre. De hecho, el ministro de Economía ha puesto sobre la mesa la necesidad de avanzar en "la independencia del suministro energético ruso" ante las posibles complicaciones de cara al invierno. No obstante, las rebajas fiscales al gas se mantendrán durante todo 2023 y hasta marzo de 2024, según ha explicado el canciller alemán.