El expresidente de Cs Albert Rivera dirigirá el nuevo Instituto de Liderazgo y Formación Política en el Centro de Enseñanza Superior Cardenal Cisneros, adscrito a la Universidad Complutense de Madrid, han informado a Europa Press fuentes cercanas al centro.

Albert Rivera se ha incorporado al Patronato de dicho centro, a propuesta de su Dirección, en una decisión que fue ratificada por el anterior consejero de Universidades e Innovación de la Comunidad de Madrid, Eduardo Sicilia.

Sicilia fue destituido el pasado día 10 de marzo, junto con el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, y el resto de consejeros de Ciudadanos, tras el anuncio de adelanto electoral realizado por la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso. Las competencias de Sicilia en Universidades e Innovación han sido asumidas por el consejero de Educación, Ciencia, Cultura, Turismo, y Juventud y portavoz del Gobierno, Enrique Ossorio.

Las mismas fuentes han señalado que el objetivo de crear este Instituto de Liderazgo y Formación Política es cubrir las carencias que en su experiencia personal, Albert Rivera detectó durante sus años de trabajo en la política activa.

Así, a falta de un cierre definitivo del plan, los estudios, que tendrán categoría de postgrado, incluirán asignaturas como filosofía política, economía o derecho, y también otros asuntos como oratoria, protocolo o comunicación.

Albert Rivera, licenciado en Derecho, fue presidente de Ciudadanos desde su primer congreso, celebrado en 2006, hasta noviembre de 2019, cuando presentó su dimisión tras la debacle electoral sufrida por su partido, que en las elecciones del día 10, pasó de 57 a 10 diputados. Rivera abandonó entonces la vida política para volver al Derecho, y fichó por el despacho de abogados Martínez-Echevaría.

Ruptura con la firma de abogados

El lunes 7 de febrero de 2022, el exlíder de Ciudadanos remitió, a través de su abogado, un mail al CEO de Martínez-Echevarría, Vicente Morató, anunciándole que resolvía el contrato que los vinculaba con la firma por los reiterados incumplimientos contractuales por parte de la organización, es decir, que no le habían reconocido de forma efectiva sus cargos de presidente y vicepresidente ejecutivos, respectivamente, ni les habían concedido el capital social comprometido (el 5% y el 2%), ni abonado la parte variable de su retribución. Además, advirtió al despacho de una demanda por los daños morales sufridos por haberles acusado públicamente de "baja productividad", cuya cuantía podría ser de varios millones de euros, si no obtenía las retribuciones que exigía.

El despacho le tilda de "becario" con corta experiencia

Por su parte, el despacho achacó la ruptura laboral al "bajísimo rendimiento" del expolítico, que "estaba alcanzando niveles preocupantes, muy por debajo de cualquier estándar razonable". En una declaración remitida a El Confidencial, que había adelantado la noticia, la firma elevó el tono contra el expresidente de Ciudadanos acusándole de "corta experiencia jurídica, concretada en solo dos años como becario en La Caixa", además de una "pasividad e inactividad no vistas nunca en la empresa privada". En declaraciones a ElPlural.com, Martínez-Echevarría tildó de “falsedades” los argumentos del expolítico, que se ha “inventado esa trola” para justificar su precipitada salida con la vista puesta en un futuro proyecto laboral.

Fuentes de la firma explicaron a ElPlural.com que estaban “atónitos, boquiabiertos, sorprendidos y defraudados” por la forma en la que Rivera manejó la situación tras su experiencia en la empresa, a la que “aportó poco o nada”. Su productividad "estaba ya en cotas muy preocupantes”, han explicado las mismas fuentes, que han añadido que desde un inicio se le advirtió, "ante las ínfulas con las que llegó”, de que su nueva responsabilidad “no iba a ser un trabajo de 8 horas”, ya que “hay que echar muchas horas y no 15 minutos al día o que pasen jornadas sin verlo aparecer”. El exlíder de Ciudadanos se cree un “figura” o un “campeón pero la realidad es que en el trabajo está muy lejos de serlo” y avergüenza a sus compañeros, añadieron.