Si miramos la programación televisiva para este fin de semana, podremos descubrir que TVE, la cadena pública, esa cadena de todos y para todos que podríamos sentarnos a ver con la familia, emitirá una corrida de toros en pleno horario infantil. Un contenido que no ha dudado en promocionar como publicidad propia justo antes de la emisión del informativo territorial de este viernes.  

Según recoge el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia en su segundo apartado, aprobado por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, las cadenas de televisión deben respetar una franja de horario infantil que se desarrolla desde las 6:00 de la mañana hasta las 22:00 horas.

Se evitará la promoción de programas “No recomendados para menores de dieciocho años” en las franjas de protección reforzada. Entre las 06:00 y las 22:00 h., se evitará que esas promociones incluyan las imágenes o sonidos que sean la causa de su calificación para adultos.

Sin embargo, la cadena pública no ha dudado en programar para las 18:00 de este sábado la retrasmisión del encierro en que el diestro Miguel Ángel Perera toreará a seis astados en la plaza de toros de Albacete. Un contenido que podría resultar violento y no adecuado para los menores. Si tenemos en cuenta que la ley recoge que las cadenas deben evitar la emisión de contenidos violentos, se podría entender que las imágenes de un torero dando muerte a un animal entran en contradicción con lo que se prohíbe en este código que, literalmente dice:

Evitar la incitación a los niños a la imitación de comportamientos perjudiciales o peligrosos para la salud, especialmente: la incitación al consumo de cualquier tipo de droga y el culto a la extrema delgadez.

La cultura como escudo

Quizás, lo más paradójico de este asunto es el argumento que usa la cadena para escudarse: los toros son contenido cultural. Ahí es nada.

El apartado de criterios orientadores para la calificación de programas dice que aquellos programas en los que se informe de acontecimientos deportivos, musicales, culturales, políticos, corridas y encierros taurinos no tienen "calificación de calificación, excepto aquellos que por su contenido requieran una calificación específica".

Pero también este código exige que “las televisiones adheridas al presente código de regulación realizarán un seguimiento estrecho de su aplicación, corrigiendo de forma inmediata los posibles incumplimientos que se detecten”.

La necesidad de que las cadenas de televisión regulasen su programación teniendo en cuenta que los niños también son espectadores, era una de esas tareas pendientes que llevaban reivindicándose demasiados años.

De hecho, ya en el año 2000, el Parlamento Europeo advirtió de la urgencia de que “todos los operadores televisivos europeos establezcan un código de autorregulación en materia de protección de menores que contenga mecanismos de control social y cláusulas severas de sanción en caso de incumplimiento".

Puedes consultar el Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia al completo: