Frente al desplome de su audiencia, la desaparición de la parrilla de algunos de sus programas más emblemáticos, la huída de sus presentadores más populares a la competencia, y la más que maltrecha situación de sus cuentas,  Intereconomía ha optado por presentar un pre-concurso de acreedores (que fue aprobado el pasado 30 de enero).

Al acogerse a esta figura legal, el presidente de Intereconomía, Julio Ariza, busca paralizar los números pagos que adeuda a sus acreedores y empleados desde hace meses. Sin embargo, el exdiputado catalán del Partido Popular tan sólo dispondrá de cuatro meses para buscar fondos que le permitan que su grupo de comunicación sea viable. De lo contrario, Ariza no tendrá más remedio que acogerse a la suspensión de pagos.

La última oportunidad de Ariza
Es decir, si en estos cuatro meses Ariza sigue siendo incapaz de reunir la cantidad económica suficiente  para hacer de Intereconomía un grupo rentable- paralizando para ello todos sus pagos, buscando inversores y obteniendo nuevas vías de ingresos-,  será la justicia quien pasará a nombrar a los administradores que deberán gestionar la compañía.

Qué supondría la suspensión de pagos
La función principal de dichos administradores sería la de determinar si la continuidad del grupo de comunicación es viable o si por el contrario, se debe proceder a la liquidación total de Intereconomía. Para ello, los administradores inspeccionarían con detenimiento todas las cuentas de la empresa, delimitarían las cantidades adeudadas e intentarían garantizar el cobro (o una eventual quita) a sus principales acreedores.

El sueldo de los trabajadores
Esta situación evidencia la delicada situación de un grupo de comunicación que adeuda hasta tres nóminas a sus trabajadores y que ha sido incapaz de hacer frente a la totalidad de las indemnizaciones de los 180 empleados que en verano de 2012 abandonaron el canal mediante el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que acometió la empresa.

Las cuentas de Ariza
A falta de datos oficiales del año pasado,  el conglomerado mediático de Julio Ariza cerró 2011 con unas pérdidas por valor de once millones de euros. Evidenciando de este modo la intensificación de la crisis publicitaria que sufre Intereconomía y las dificultades que Julio Ariza encuentra para acceder a nueva financiación que permita la supervivencia de una televisión que apenas supera el uno por ciento de audiencia (según datos de Kantar Media), o de un periódico como La Gaceta (que cerró 2012 con un promedio de ventas de apenas 20.000 ejemplares, según datos de la Oficina de Justificación de Medios).

Sin ayuda del PP
En este contexto, no es de extrañar que Ariza optase por la publicación las pasadas navidades de un artículo en el que exigía a Mariano Rajoy que asumiese las deudas que en su día contrajo con su grupo de comunicación. En dicho artículo, Ariza asumía que el Gobierno del PP había dejado “tirada a Intereconomía”, encontrándose su grupo de comunicación “abandonado por Rajoy y los suyos”. Algo que no sentó nada bien en la dirección nacional del PP. Y es que desde Génova 13 se niegan rotundamente a salvar el grupo de comunicación que en su día tanto ayudó la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y de cuyo accionariado forma parte una de las empresas del expresidente de Bankia Rodrigo Rato.