El delantero colombiano del Atlético de Madrid, Radamel Falcao (2i), celebra uno de sus goles junto al centrocampista Raúl García durante el partido frente Deportivo de la decimoquinta jornada de Liga de Primera División, disputado en el estadio Vicente Calderón. EFE



Pese a que el 90% de los socios y aficionados del Real Madrid le consideran imprescindible para ganar este año más títulos, Florentino Pérez –como diría Guardiola, el puto amo del Bernabéu– traspasará en los próximos días al Manchester United a su jugador Ángel di María por algo más de 70 millones de euros. Como siempre, el Tiburón blanco se ha salido con la suya.

La mejor venta de la historia
Como los aficionados madridistas (desde hace décadas viendo a los mejores jugadores en el Bernabéu) no están de acuerdo con este traspaso, los voceros oficiales de Florentino (con la crisis de los medios, cada día son más) se han puesto en marcha en su tarea de evangelizar a todos los socios. “Para el Real Madrid es un chollo vender al argentino por 70 millones de euros”, aseguran unos. “Florentino, el mejor presidente de la historia, consigue triplicar el valor de Di María”, afirman los otros. Así pasan las horas los mamiblus de FP. En vez de reflexionar de la dura derrota en la Supercopa contra el Atlético, glosando las decisiones de su jefe.

¿Di María no había nacido para jugar en el Madrid?
Eso es lo que dijo Florentino cuando presentó al internacional argentino (procedente del Benfica y por el que, por expreso deseo de Mourinho, pagó 36 millones de euros). ¿Pues si Di María lo había lo había soñado desde niño, si la temporada pasada en los momentos claves fue el jugador más determinante y si además la afición lo considera imprescindible para esta campaña, por qué traspasarlo? ¿Por los 70 millones de euros que ofrece el Manchester? ¿O es que el Real Madrid, que tiene una deuda que ya supera los 600 millones de euros, necesita vender a toda costa para maquillar sus cuentas y equilibrar su presupuesto?

Ni los amigos de Pérez lo entienden
Ni creo que ustedes tampoco. ¿Es normal pagar 80 millones de euros por James, un colombiano de 22 años, que aunque fuera el máximo goleador del Mundial todavía no ha empatado con nadie, y prescindir de uno de los futbolistas más en forma del planeta? Y todo porque como a Florentino no le cae bien el Fideo, se niega a pagarle el contrato que se merece y que se ha ganado en el campo. Es decir, lo mismo que percibe el autista de Benzema. Es de locos. ¡Que manera de perder a un gran jugador, de debilitar su plantilla y de reforzar a uno de los grandes de Europa!

Falcao, guapo y luce la corbata
Desde hace años Florentino está enamorado de Radamel Falcao. Y como Karim Benzema– su niñito de oro al que siempre protege y es intocable para todos los entrenadores– lleva 15 partidos oficiales (4 meses, que se dice pronto) sin marcar un gol, es el momento de que el colombiano (que como Di María, también ha nacido para jugar en el Bernabéu) fiche por el Real Madrid. ¿Qué cuanto pagará al Mónaco? Lo que haga falta. ¿Será por dinero? Lo importante es que con Falcao y James, dos ídolos en su país, pronto podrá conquistar y evangelizar en todos los mercados colombianos.

“Todo lo que toco lo convierto en oro”
Dijo Florentino en el estadio Hampden Park de Glasgow tras conseguir frente al Bayer Leverkusen la novena Copa de Europa. Lo decía convencido. Ahora igual, tras levantar la Décima FP se ha venido arriba y sueña con tener el mejor once la historia del Real Madrid. Y que juegen Kroos, Modric, Cristiano, James, Benzema, Falcao, Bale… De acuerdo, excelentes jugadores. ¿Pero quién defiende? ¿Cristiano? ¿Benzema? ¿Bale?... Otra cosa, Florentino dijo en 2009 que tras su inesperada dimisión, había aprendido la lección y que iba a españolizar su Real Madrid. Es un hecho. En el once titular: solo dos canteranos (Íker y Carvajal), otros dos nacionales (Ramos y Xabi Alonso, cuando juega) y los demás ciudadanos del mundo.

Mañana el Real Madrid (20:00) recibe en el Bernabéu al Córdoba, un recién ascendido. No habrá problemas para que sume su primera victoria en la Liga, pero será interesante comprobar la reacción de los socios (los dueños del club y del Bernabéu) ante los últimos caprichos de su presidente.