Joaquín Reyes ha vuelto a El Intermedio con una nueva entrega de Zanguangos, la sección que tiene en el espacio que presenta el Gran Wyoming. En el nuevo sketch, el humorista se mete en la piel del excomisario Villarejo. “Anda, si me pilláis trabajando”, señala con sorpresa al inicio del gag, donde se le ve con el oído pegado a un vaso en la pared.

“Soy José Manuel Villarejo Pérez, comisario jubilado de la policía, empresario y el hombre que conoce los secretos más oscuros del Estado”, se presenta. “Aunque de tanto estar en las cloacas me gusta que me llamen el quinto de las Tortugas Ninja”, continúa con su presentación mientras dirige su mirada a la cámara.

A continuación, Reyes aparece en la cárcel, entre tuberías, con un cenicero con varios cigarros aún encendidos y una grabadora. “Toda mi vida en la policía para terminar aquí, en el maco. Menuda injusticia”, se lamenta. “Con lo que he hecho por España y estoy aquí por dar exclusivas a la prensa. Lo hace Iñaki Gabilondo y es libertad de información, lo hago yo – que es verdad que lo hice para lucrarme – y resulta que es delito, tócate…”, añade.

“Gracias a mí os habéis enterado de movidas muy tochas”, recuerda antes de enumerar todos los casos que se han destapado mientras “trabajaba para todos los gobiernos”. “Un saludo, a ver si hacemos una quedada para un complot o una pachanga, lo que queráis. A mí me da igual rojos que azules porque soy un servidor del estado y daltónico”, dice mientras se ríe.

De repente, el ‘falso’ comisario Villarejo aparece en un sótano en el que se observan una ingente cantidad de archivadores y asegura que “organizar las cloacas del Estado es un follón”. “Si os agobiáis con el cambio de armario, imaginad esto. Sigo dando el callo incluso dentro de la cárcel. No os podéis imaginar lo que cansa espiar: poner micrófonos en todos lados, persecuciones, arrastrarse por el conducto del aire acondicionado, agujeritos en los periódicos… muchísimo trajín”, sentencia.