La etapa de Paolo Vasile ya es historia. Borja Prado, presidente de Mediaset, ya ejerce su cargo sin el italiano y prepara importantes cambios en el grupo para intentar reflotar las audiencias tras la consolidación de Antena 3 como líder de la televisión en España.

Para ello, y tal y como indica El Confidencial, las salidas de Jorge Javier Vázquez y la jubilación de Pedro Piqueras son dos de las opciones que más trabaja el nuevo equipo de trabajo. Además, Alessandro Salem, el hombre enviado desde Milán para detener la caída de la audiencia, está tratando de recomponer puentes con el poder político en un año electoral como el 2023 con unas elecciones muncipales, autonómicas y unas generales.

Aunque la programación del primer trimestre apenas se va a pode tocar dado que Vasile la dejó atada antes de irse, el más que probable bajón servirá para justificar las decisiones que ya tienen en la cabeza desde hace meses y que pasan por renovar las caras de la cadena,

Uno de los principales damnificados sería Jorge Javier Vázquez. Pese a que Vasile le renovó el pasado mes de septiembre por un año más, Prado y Salem ya están consultando cuánto les costaría desprenderse de Jorge Javier, cuyo posicionamiento político a favor del Gobierno en los programas que presenta no es del agrado de los nuevos gestores del grupo, que sopesan contratar a Antonio Caño, exdirector de El País y habitual en programas y medios de derechas, para dirigir los informativos.

Precisamente en los informativos, tras el bajón de audiencias de Pedro Piqueras, se estaría preparando la salida del veterano presentador que, tras cumplir la edad de jubilación, ha pedido reunirse con Prado a la vuelta de las vacaciones para tomar una decisión sobre su continuidad. Además, como nueva orden, los presentadores de los informativos tienen que editar sus propios programas, cosa que antes hacía y dirigía Juan Pedro Valentín, responsable máximo del área. Valentín ha pasado a centrarse más en Nius, la apuesta digital de Mediaset, entendiéndose como un primer paso para quitarle responsabilidades sobre los telediarios de Telecinco.

Según el citado medio, la línea roja de Prado es "la integridad de España, la Casa Real y el orden constitucional", por lo que se puede tener una idea de cómo serán los informativos que quiere la nueva dirección del grupo.

Para orquestar todos los cambios, los Berlusconi han permitido a Prado gastar 100 millones para modernizar los estudios, fichar nuevas caras y despedir a las viejas y renovar las parrillas.