Aproximadamente un mes después del fallecimiento de Gonzalo López Alba, el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero,la presidenta del Congreso Ana Pastor, los periodistas Jesús Maraña y Rosa Paz y su sobrina, Sonia García López, han rendido tributo a la memoria del corresponsal político en el Congreso de los Diputados, ante más de 400 personas; familiares, amigos, compañeros y políticos.

Rigor en plena crisis de los medios

Jesús Maraña, director de Infolibre, definió al homenajeado como alguien que practicaba el periodismo a pie de obra, “alérgico a los focos y a las candilejas”. Y destacó como en el momento de su fallecimiento, hubo unanimidad en cabeceras muy distintas para definir a López Alba cómo alguien “riguroso, perfeccionista y humilde”. La periodista Rosa Paz destacó como la crisis-económica y de los medios- pilló de lleno al veterano periodista, que siempre “fue analógico en comprobar los datos tres veces y en el cuidado a sus fuentes”. Algo en lo que también incidió su sobrina, Sonia García, que lamentó la cantidad de veces que López Alba había tenido que “reinventarse”.

El expresidente Zapatero confesó tener “debilidad” por el periodista fallecido. Una debilidad que él, reflexionaba, siempre consideró mutua sin que ello afectase un ápice al rigor de sus crónicas. Rodríguez Zapatero afirmó que López Alba había realizado una labor tan extraordinaria cómo cronista del PSOE, que “a veces, él era fuente para el propio PSOE y una fuente fiable”.

Por su parte, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, destacó que el homenajeado era “un periodista clásico”, poco amigo de “regalar los oídos” y reacio a “dar doctrina o a que se la diesen”.