El diario The Washington Post ha publicado un editorial el que asegura que Rusia ganó el referéndum de independencia del pasado 1 de octubre en Cataluña. El prestigioso periódico afirma que “los únicos apoyos de los nacionalistas catalanes son los separatistas escoceses, el gobierno de Venezuela y el aparato de inteligencia y propaganda de Rusia, que movilizó a sus medios de comunicación y bots en redes sociales en apoyo de los separatistas. Evidentemente, Moscú percibe el movimiento catalán como otro vehículo para dividir y debilitar al Occidente democrático”.

“Evidentemente -añade-, Moscú percibe al movimiento catalán como otro vehículo para dividir y debilitar al Occidente democrático”.

Llamada a dialogar

TWP ha condenado además el “temerario e irresponsable” referéndum, defendiendo que “la dirección adecuada es lo que virtualmente cualquier autoridad responsable fuera de España está pidiendo: negociaciones entre Madrid y Barcelona”.

Según el Post, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, “podría ofrecer al Gobierno catalán más autonomía”. “Incluso mejor -apostilla-, las dos partes podrían acordar términos legales para que Cataluña celebre una votación justa, libre y legítima. La democracia verdadera es la mejor salida a la crisis de España. Desafortunadamente, ninguna de las partes parece lista para abrazar eso”.

El diario rechaza tanto una declaración unilateral de independencia por parte del Ejecutivo catalán que preside Carles Puigdemont, como que el Gobierno central esté “amenazando con procesar criminalmente a altos funcionarios catalanes o usar una provisión constitucional para suspender la autonomía de la región”.

El Post también señala que “la fría respuesta de los líderes de la Unión Europea al llamamiento de apoyo del señor Puigdemont debería atemperar sus ambiciones”, y recuerda que el presidente de EEUU, Donald Trump, “también ha rechazado la independencia”.

Contra la violencia policial

Asimismo, el Post constata que “las imágenes de la policía antidisturbios española disparando balas de goma y blandiendo porras contra potenciales votantes en Cataluña el domingo le dio a los líderes de la región el relato perfecto: el de un Gobierno central represivo aplastando un intento de ejercicio en democracia”.

“Las tácticas de mano dura empleadas de forma imprudente por el primer ministro español Mariano Rajoy se produjeron en respuesta a un intento temerario e irresponsable de los nacionalistas catalanes de crear una república independiente en violación de la ley y, lo más probable, de los deseos de la mayoría de los habitantes de la región”, añade el periódico washingtoniano.