La que se prevé como “la mayor movilización de la historia” de la Cataluña "silenciada" podría verse empañada por la presencia de grupúsculos de extrema derecha.  Todo ello a pesar que Societat Civil Catalana (SCC), convocante de la concentración, ha pedido expresamente a los que quieran participar en su acto que se abstengan de llevar imágenes preconstitucionales que empañen el mensaje que quieren transmitir.

Sin embargo, partidos de extrema derecha como Democracia Nacional ya han anunciado que acudirán a una manifestación que saldrá a las 12 horas en plaza Urquinaona y recorrerá toda la Via Laietana hasta la Estación de Francia, bajo el lema "Prou! Recuperem el seny" ('¡Basta! Recuperemos la sensatez').

“Si bien Democracia Nacional defiende un modelo de democracia muy diferente a esta partitocracia y que desde Democracia Nacional hacemos directamente responsable al Régimen del 78 y a una Constitución que consagra unas más que voraces autonomías de todo lo que está sucediendo, Democracia Nacional pide a sus militantes y simpatizantes en Cataluña que se sumen a esta convocatoria con el máximo respeto a las normas establecidas por los convocantes”, afirma el partido ultra.

¿Infiltrados del Govern?
Además de los propios ultras que puedan acudir de mutuo propio a la marcha, el portavoz y secretario de comunicación de Ciudadanos, Jordi Cañas, también ha advertido que el Gover y sus organizaciones también podrían “infiltrar gente con banderas preconstitucionales para reventar la manifestación”. Una “alerta” que el dirigente de Ciudadanos ha lanzado en redes sociales. 

Cabe recordar que a la manifestación se han adherido un total de 25 entidades, así como partidos como PP o Ciudadanos. El PSC también ha animado a sus militantes a asistir por carta. Además han confirmado su asistencia diversas personalidades, entre ellos el premio Nobel Mario Vargas Llosa, la cineasta Isabel Coixet y el expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell, que leerán el manifiesto final.

Una cuidada puesta en escena con la que los organizadores pretenden demostrar que en Cataluña hay una mayoría silenciada en favor de la unidad de España. Es el deseo de Societat Civil Catalana, que quiere llenar las calles de Barcelona de banderas españolas, europeas y de señeras, pero en ningún caso de símbolos preconstitucionales que transmitan una idea equivocada de la marcha.