Ignacio Oliveras ha escrito esta semana un artículo en el ‘HuffPost’ titulado “1-O: El gran farol”, en el que este ingeniero industrial de Barcelona aporta la grabación que realizó horas después de que finalizase la manifestación de la Diada desde la la plaza del Doctor Letamendi (epicentro de la movilización).

“Había altavoces cada 20 o 30 metros de la calle adyacente a la plaza, desde los que durante unas 8 o 9 horas se estuvo radiando la retransmisión de TV3 de la diada a todo volumen. Para los que aún no lo sepan, cabe decir que si bien todo lo que la caverna dice del independentismo dista de ser cierto, en lo que respecta a la parcialidad de TV3 tienen muy a menudo razón. Grabé este corto vídeo una o dos horas después de acabado el acto, y los vecinos aún tuvimos que escuchar a Puigdemont comentando la jugada”, afirma Oliveras.

Tras grabar el vídeo, Oliveras confiesa que le preguntó a su padre (votó a Junts pel Sí) si le parecía normal que se radiara en el recorrido de la manifestación TV3 durante horas a semejante volumen. “Le pareció que sí, ya que había muchos manifestantes y con tantas horas por delante se iban a aburrir”, confiesa este ingeniero industrial.

“A mí no me lo parece demasiado, y menos aún a ese volumen y horas después de acabado el acto. Llámenme rarito, pero a mí el paisaje de Barcelona me evocaba a las calles de Pyongyang, la capital de ese extraño país en el que nunca he estado porque conseguir un visado para ir allí es mucho más difícil que lograrlo para ir a Rusia, que más o menos es el techo superior del esfuerzo que estoy dispuesto a realizar para ir a hacer turismo a algún sitio”, concluye en su artículo el colaborador del ‘HuffPost’.