Proporcionar oportunidades de empleo a los que más lo necesitan al tiempo que se cuida del medio ambiente son los pilares fundamentales sobre los que se ha construido Solidançá, una organización sin ánimo de lucro nacida en 1997 en Sant Just Desvern (Barcelona). Es una de las entidades reconocidas este año por la Fundación “la Caixa” en los Premios a la Innovación Social, una convocatoria en la que destacan aquellos proyectos transformadores de cara a conseguir una sociedad más igualitaria y justa.

¿Cuál ha sido el proyecto premiado?

‘Solienergia; la energía social’ ha sido uno de los 10 proyectos ganadores de la convocatoria social de este año. El objetivo del mismo es formar profesionalmente a personas en riesgo de exclusión para que puedan trabajar en un sector emergente como el de las energías renovables, en concreto, para la instalación de placas solares.  Hasta el momento han celebrado dos ediciones, una orientada a la formación de jóvenes que habían abandonado los estudios y la segunda dirigida a mujeres.

“Además de la formación y la posibilidad de la inserción en el mercado de trabajo ordinario, el objetivo ha sido motivar al colectivo de jóvenes en situación de abandono escolar para que puedan reconducir su vida y reengancharles”, nos explica Marc Pintor, director general de la Fundación Solidança. Para Raquel Casanovas, responsable del área Social de la entidad, lo más importante de esta actividad ha sido la inclusión de prácticas en empresas del sector. “Gracias a esto, muchos de los participantes han podido insertarse en el mercado laboral al terminar su formación, ya que es en ese momento cuando las empresas ven a la persona en acción y pueden valorar si funciona. Si lo hace, da igual que sea hombre, mujer, migrante, joven… Normalmente tenemos buenos resultados entre la gente que participa en nuestras actividades”, subraya.

Solidança es una de las entidades premiadas por la Fundación la Caixa en su convocatoria social. En la foto, Marc Pintor en el momento de recoger el premio
Marc Pintor, director general de Solidança, en el momento de recoger el premio de la Fundación "la Caixa"

Inserción igualitaria en un sector masculinizado

Además de las prácticas, las alumnas y alumnos del curso han aprendido competencias técnicas específicas (mantenimiento e instalación de placas solares, trabajo en altura, electricidad de baja tensión y operador de carretillas y plataformas elevadoras) y otras transversales muy útiles a a la hora de insertarse en el mundo laboral, como las competencias TIC o saber preparar un currículum. El proyecto ha facilitado la formación de 29 personas y la inserción en el mercado laboral de 6 de ellos, además de forma igualitaria: 3 mujeres y 3 hombres, lo que tiene mucho mérito en un sector tan masculinizado como el de la instalación de paneles fotovoltaicos.

En este momento no tienen previsto abrir una nueva convocatoria del proyecto ya que el boom para la instalación de placas renovables se está desinflando, pero esta experiencia les sirve de ejemplo para otros proyectos similares. “Nuestra prioridad son esos sectores emergentes a los que se puedan incorporar estas personas en riesgo de exclusión social y vamos evolucionando según la situación. Por ejemplo, en 2020, cuando se inició la pandemia del COVID, hicimos un curso de almacenamiento para e-commerce”, añade Raquel Casanovas.

¿Qué hace Solidança?

El área de actuación de Solidança, con sede en Sant Just Desvern, es todo el cinturón industrial de Barcelona. La singularidad de esta fundación radica en que han conseguido aunar su proyecto social a través de fórmulas innovadoras al tiempo que contribuyen al cuidado del planeta. Sus servicios están vinculados a la gestión integral de los residuos y a la economía circular.

Además de formar y acompañar a personas en situación de vulnerabilidad para que se puedan incorporar al mercado ordinario de trabajo, cuentan con un programa de gestión de residuos textiles líder en Cataluña, ‘Roba Amiga’. Este programa ha hecho posible la inserción laboral de 125 personal y ha gestionado más de 7.000 toneladas de residuo textil. La ropa se recoge en contendores y posteriormente se selecciona, parte se recicla directamente, otra parte se exporta y se da una segunda vida a las prendas en buen estado a través de las 7 tiendas que tiene Solidança en Cataluña (Sant Joan Despí, Molins de Rei, Cornellà, Mataró, Manresa, Barcelona y Girona).

La fundación ha recibido el Premio Europeo de Prevención de Residuos por un acto reivindicativo del Pacto por la Moda Circular, impulsado por la Generalitat de Cataluña y cuyo objetivo es facilitar la incorporación de medidas de circulación, el impulso de proyectos colaborativos y la mejora de la competitividad en el sector textil.