En la vieja Europa y en nuestro país olvidamos con frecuencia que las personas que se juegan la vida para cruzar nuestras fronteras lo hacen huyendo del hambre y, en muchos casos, de la guerra o la represión. Nuestra respuesta es negarles ese futuro mejor que buscan y acogernos a clichés repetidos como 'nos roban el trabajo', 'se llevan todas las ayudas públicas' o 'son peligrosos', entre otros. "Nadie huye por diversión", es el punto de partida de la ópera social 'Ali', del dramaturgo y director catalán Ricard Soler Mallol (Barcelona, 1982), en colaboración con el percusionista y artista multimedia Grey Filastine. Está basada en la historia real de un joven somalí que huyó de su país con apenas 12 años. Tardó dos años en llegar a Bruselas desde el Cuerno de África a través de la ruta de la muerte. 

Ricard Soler tacha su creación de "ópera documental", un formato que permite transformar la experiencia de Alí en lenguaje artístico y hacer "una nueva narrativa, raramente vista en el campo de la ópera". Añade que este formato permite hablar de la migración "apelando a la sensibilidad y emoción, buscando la empatía con los espectadores lejos del lenguaje estadístico al que estamos acostumbrados". Este creador reclama la actualización del repertorio operístico como suma de muchos lenguajes: teatro, música, danza, escenografía y artes visuales.

¿Quién es Ricard Soler Mallol?

Aunque tiene los títulos de Ingeniero Superior de Telecomunicaciones y licenciado en Matemáticas por la Universidad Politécnica de Barcelona (UPC), Ricard Soler Mallol siempre se sintió atraído por las artes escénicas. Estudió música en el Conservatorio Superior Municipal de Barcelona y se licenció en dirección y dramaturgia por el Instituto del Teatro de Barcelona. Pudo perfeccionar sus estudios de Teatro en la Universidad de Quebec en Montreal, donde cursó un master gracias a una de las becas de excelencia que la Fundación "la Caixa" otorga a estudiantes de posgrado.

Ópera, teatro, espectáculos callejeros, circo, títeres, conciertos... Nada se le escapa a este polifacético creador e investigador de las artes escénicas, dedicado también a la enseñanza. Ricard Soler Mallol imparte talleres de dirección y dramaturgia, adaptados a cada contexto.

El Gran Teatre del Liceu le encargó la dirección de su primera ópera en 2022: una nueva creación comunitaria titulada 'La gata perdida', elaborado en colaboración con el barrio del Raval. Trabaja regularmente con equipos artísticos interculturales e interdisciplinares. Sus creaciones tratan nociones de exilio, migración, desplazamiento y nomadismo. 'Ali' es su primera colaboración con La Monnaie y se estrenó la semana pasada en el Royal Flemish Theater (KVS) de Bruselas.