Hace unos días, el consejero de Industria, Comercio y Empleo de Castilla y León, Mariano Veganzones, instaba a los desempleados de la comunidad a “levantase del sofá” y caminar hasta una feria de empleo que él mismo visitaba en Segovia, como remedio para su situación; sin embargo, con la otra mano, el responsable de la empleabilidad ha fulminado el Programa Personal de Integración y Empleo, que desde 2009 había beneficiado a 30.000 personas.

En concreto, Veganzones, cuyo cese y reprobación el PSOE solicitó en el último pleno de las Cortes al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a consecuencia de sus reiterados insultos y faltas de respeto a los sindicatos, a quienes llamó ‘parásitos’, entre otros agravios, aseguró en Segovia que ferias de empleo como aquella podían evitar que las personas sin empleo se quedaran en el sofá “esperando una prestación o un subsidio”.

Sin convocatoria ni plazo

No hay convocatoria en 2023 ni plazo previsto para que estas ayudas a la reinserción laboral de los trabajadores que hayan agotado su prestación por desempleo, que financiaba la propia Junta de Castilla y León, se recuperen.

El sindicato CCOO considera que “se ha vuelto a demostrar que la política de Vox no pasa por ayudar a las personas desempleadas”, y advierte de que, a falta de tres meses para que concluya el año, no se ha convocado, ni hay plazo para ello, el Programa Personal de Integración y Empleo (PIE), que en 2022 tuvo una partida de 5,5 millones de euros (prevista antes del aterrizaje de la ultraderecha en el Gobierno) y este año, Vox ha dejado a cero; un programa que desde 2009 hasta 2022 ha registrado cerca de 30.000 beneficiarios directos, con una partida presupuestada total de aproximadamente 92 millones de euros.

“Absoluta indecencia”

Comisiones añade que, mientras “desde la más absoluta indecencia”, Veganzones aseguraba la semana pasada que una de las labores de la administración es “motivar a esas personas que están en el sofá de su casa esperando un subsidio” para que busquen un trabajo, “el consejero destruye la política de empleo consolidada en Castilla y León desde hace quince años”.

En consecuencia, insisten desde el sindicato, la Consejería de Empleo, sin que Mañueco reaccione, deja a los desempleados que en este 2023 agotaron sus prestaciones sin una ayuda de la Junta de Castilla y León de 480 euros durante 6 meses, el mismo importe que el subsidio por desempleo, que se negoció en Castilla y León en 2009 para las personas que no estaban cubiertas por prestaciones ni subsidios y que percibían mientras participaban en itinerarios de búsqueda de empleo.

Destitución fulminante

La secretaria de Empleo de CCOO Castilla y León, Nieves Granados, lamenta que un consejero de Empleo trate “con ese desprecio a las personas que están en paro”.

La sindicalista considera que las palabras de Veganzones son “intolerables, vejatorias y un insulto a la gente trabajadora”, afirma, “lo que ha dicho es una barbaridad”.

Desde CCOO consideran que dichas declaraciones deberían ser objeto de destitución fulminante por parte del presidente de la Junta, o de una dimisión inmediata “que sabemos no se va a producir, porque el consejero de Empleo no respeta ni a los trabajadores ni a sus representantes en el ámbito sindical”.

La patronal reclamó a Mañueco la marcha atrás

Esta que hoy se da a conocer es una de las consecuencias de los anunciados recortes que dieron a conocer el propio Veganzones y el vicepresidente del Gobierno de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de su mismo partido, Vox, en junio de 2022, que calcularon en 20 millones de euros menos para la financiación de programas gestionados por sindicatos y patronal de empresarios.

Se trata de uno de los 26 programas de políticas públicas laborales eliminados por aquel hachazo que Vox anunció a bombo y platillo en ausencia del presidente del Gobierno autonómico.

Precisamente, entre las valoraciones el día después de aquel anuncio, destacó la del presidente de la Federación Empresarial Segoviana, Andrés Ortega, que se mostró preocupado por la noticia, si bien confió en que no se tratara de "una decisión del Consejo de Gobierno",  sino de la proclama de "una parte" de la Junta, que esperaba que el presidente "volviera a la normalidad", algo que, por el momento, Mañueco no ha hecho.