Vox se hace también en Valladolid con sus áreas favoritas, replicando el modelo de pacto estándar nacional por el que el Partido Popular cede a la extrema derecha las áreas de Educación y Cultura, Comercio, Mercados y Consumo y Salud Pública y Seguridad Ciudadana en un organigrama del que desaparece el Área de Igualdad, al que sustituye una Concejalía de Personas Mayores, Familia y Servicios Sociales.

Las primeras medidas, anunciadas este lunes por el nuevo alcalde, el popular Jesús Julio Carnero, al que acompañaba la primera teniente de alcalde, Irene Carvajal, de Vox, las presiden el desmantelamiento de los carriles bus-taxi y la reversión de los carriles bici de tres grandes vías que se revertirán a su estado original mediante la derogación de la ordenanza de movilidad, que, en palabras de Carnero, “establece una ciudad atascada y caótica”, y el objetivo de reducir “al mínimo legal” la Zona de Bajas Emisiones.

El eterno soterramiento

La deconstrucción del Valladolid proyectado por el anterior equipo de Gobierno PSOE-Toma la Palabra pasa, también, por renunciar a la integración ferroviaria, de la que ya hay varias obras en marcha en la ciudad y que ya ha supuesto importantes inversiones, con el objeto de cumplir, dice Carnero, su promesa electoral estrella: el soterramiento de Valladolid, la eterna obra por hacer, prometida por el PP durante décadas, pero sin presupuesto, que el nuevo alcalde utiliza como argumento para explicar su candidatura al Senado, donde, según dijo, “se toman las decisiones”, que “no se toman aquí”.

“Al soterramiento vamos a proceder”, ha afirmado el alcalde, que asegura que si no lo consigue se irá, “pero la principal prioridad ahora es que Valladolid deje de estar atascada”.

Por lo demás, el pacto entre PP y Vox en Valladolid calca el de Burgos, conocido la pasada semana, y el resto de ciudades españolas en las que derecha y extrema derecha se han dado la mano: una oficina de apoyo a las personas víctimas de okupación, intervención psicológica temprana frente a suicidios, soledad no deseada y violencia intrafamiliar, incremento de ayudas a las familias numerosas y creación de la Escuela Taurina.

Vox gobernará la Policía Municipal, el Cuerpo de Bomberos y Protección Civil, así como el comercio, los mercados, el consumo y la Feria de Valladolid.

La extrema derecha únicamente renuncia a su pretensión de dirigir el Área de Turismo, que se guarda para sí el PP, dividiendo la Concejalía de Cultura y Turismo en dos, y sacando así de las manos de Vox la Semana de Cine de Valladolid (SEMINCI) y la Gala de los Goya, -que se celebrará en Valladolid el próximo año-, y que, de esta forzada manera, dependerán de la nueva Concejalía de ”Turismo y Eventos”.

El Área de Cultura de Vox, sin embargo, controlará la Fundación Municipal de Cultura, el Teatro Calderón, la Escuela de Música, las bibliotecas municipales, las salas de exposiciones y museos y el Laboratorio de las Artes, con sus salas escénicas.

PSOE: alcalde a tiempo parcial

Carnero ha desvelado que, si, como todo indica, consigue su plaza en el Senado en las Elecciones Generales, renunciará al sueldo como alcalde, para cobrar prácticamente la misma cantidad, pero de la Cámara Alta, mientras que su número dos en la lista al Ayuntamiento, Mercedes Cantalapiedra, que será la candidata número uno al Congreso por el PP el 23J, se dedicará plenamente a la Cámara Baja, puesto que no asume ninguna responsabilidad en el reparto de tareas municipal.

A este panorama ha respondido el portavoz socialista, Pedro Herrero, que considera que, en definitiva, el organigrama responde a lo que ya se sabía, “vamos a tener un alcalde a tiempo parcial y una extrema derecha a tiempo completo”, ha dicho, y “Valladolid no requiere un alcalde a tiempo parcial, requiere un alcalde a tiempo completo y él no lo va a ser”.

Herrero ha afeado, además, a la futura diputada Cantalapiedra, haberse presentado de número dos al Ayuntamiento cuando “no va a tener ninguna competencia, desoyendo el mandato y encargo de la ciudadanía de Valladolid”, de modo que, en su opinión “el Gobierno queda en manos de la extrema derecha”.