El baile de días festivos en el calendario laboral para 2023 en Castilla y León se arrastra desde agosto, pero la imposición de Vox se ha aprobado este jueves en el seno del Consejo de Gobierno, con el beneplácito del Partido Popular, que lo ha dado a conocer.

La reacción sindical ha sido inmediata: UGT y CCOO no dudarán en llevar el asunto a los tribunales si el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, no da marcha atrás y, por tanto, asume que el festivo que correspondía al Día de Castilla y León se sustituya por el 25 de julio, día de Santiago Apóstol, Patrón de España, como quieren los de Abascal.

Pero esta es la segunda modificación, en realidad, planteada por el partido ultra con el objetivo de declarar festivo, sea como sea, el día de Santiago.

En origen, aprovechando el estío, en la segunda quincena de agosto, Vox, en el Gobierno de la Comunidad en coalición con el Partido Popular, -pero, como es bien sabido, reacio a todo lo que suene a autonomía, aunque la vicepresida-, deslizó su decisión de modificar el calendario laboral acordado con los sindicatos en julio en el seno del Consejo Regional de Trabajo.

La primera propuesta, contestada de inmediato socialmente, y por supuesto, desde las centrales sindicales, cuya opinión se sorteaba unilateralmente desde la Consejería de Empleo que dirige el partido ultra, fue declarar festivo el 25 de julio, y decretar, en cambio, laborable el 2 de enero, al que se había trasladado el festivo de Año Nuevo, que en 2023 cae en domingo.

Desde los sindicatos se denunció entonces que esa decisión perjudicaría a las familias, y a la ciudadanía en general, en esas fechas tan señaladas de principios de año en las que los niños están de vacaciones y los mayores se reúnen.

La Toma de Granada

Sorprendentemente, semanas después, aunque sin dar su brazo a torcer, la Consejería de Mariano Veganzones difundió una alternativa más de acuerdo con sus intereses: el 2 de enero se mantendría como festivo, pero no por que los argumentos sindicales le convencieran, sino porque ese día se celebra la Toma de Granada por los Reyes Católicos, que, por supuesto, había que celebrar “como se merece”, decía el Grupo de Vox en las Cortes en su cuenta de Twitter.

¿Y a qué festivo se renuncia entonces? Ninguno mejor que el 23 de abril, Día de Villalar, es decir, la fiesta de la Comunidad de Castilla y León, que en 2023 también cae en domingo y se había trasladado al lunes, 24, de modo que, el lunes 24 se trabajará.

Materializado por fin el trueque hoy por acuerdo del Consejo de Gobierno de la Junta, CCOO y UGT lamentan que el Consejo de Gobierno haya aprobado el calendario laboral de 2023 “que el socio del PP modificó unilateralmente sin el debate ni el consenso con los agentes sociales”, y coinciden en que el presidente de la Junta “aún está a tiempo de retirarlo para aprobar el que consensuamos el pasado mes de julio”, puesto que lo aprobado este jueves “no piensa ni en los trabajadores ni en los empresarios que es la principal competencia de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo”.

En el caso de tener que recurrir a los tribunales, según dicen los sindicatos, la demanda se cimentará en dos pilares: un defecto de forma en primer lugar, y por otro lado, que la decisión contraviene el Estatuto de Autonomía y el de los Trabajadores, dado que el primero reconoce como fiesta de la Comunidad Autónoma el 23 de abril y el segundo traslada la festividad al día siguiente por ser domingo.

UGT y CCOO recuerdan que ya existe un precedente anterior juzgado en la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Valladolid. Hace unos años, CCOO Castilla y León presentó un recurso contencioso administrativo contra el calendario laboral, y la sentencia condenaba “por temeridad a la Junta de Castilla y León por incumplir el deber de consulta a las organizaciones reconocidas por ley”.