El alcalde del municipio vallisoletano de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira, del PP, se convierte estos días en el pionero de su partido en mostrar un papel activo en el asedio a las sedes socialistas, con la convocatoria de una concentración, a las 20 horas de este martes, ante la sede del PSOE, ubicada en la calle San Antón, en el corazón de la localidad.

Oliveira, que no ha atendido la llamada de ElPlural.com, ha remitido una comunicación a la Subdelegación del Gobierno en Valladolid informando de la celebración esta tarde de una concentración ante la sede socialista del municipio del que es regidor, si bien, según el presidente del PP en Valladolid, Conrado Íscar, que afirma estar “en total desacuerdo”, lo ha hecho “a título personal”.

Se da la surrealista circunstancia de que la respuesta de la Subdelegación del Gobierno sugiriendo el traslado de la concentración a zona peatonal, con objetivo de evitar posibles cortes al tráfico, se ha dirigido, obviamente, al propio alcalde del municipio, que era precisamente el convocante de la protesta.

Enérgica condena del PSOE de Tordesillas

El PSOE de Tordesillas ha expresado su “más enérgica condena” a esta convocatoria y pide a Oliveira que “reflexione sobre si está capacitado para ser alcalde de todos los tordesillanos, trabajando en pos de la unidad y el progreso” y en caso contrario, dimita “de forma inmediata”.

Los socialistas de Tordesillas consideran que “cualquier vecino tiene el derecho a concentrarse donde quiera y por los motivos que sean, pero los alcaldes son elegidos para representar a todos los ciudadanos de su municipio, no sólo a los que comparten su afiliación política”, por lo que, entienden, convocar esa concentración es “un abuso de su posición de autoridad”.

Asedio y ataque a otras sedes en Castilla y León

La de Tordesillas no es la única de las concentraciones que están registrándose en Castilla y León en las últimas horas. De hecho, las sedes del PSOE en Valladolid, en la calle Santa Lucía, así como la regional de Castilla y León, en la Avenida de Medina del Campo, también en Valladolid, y las de Salamanca, León y Ponferrada, han sido otros objetivos de la ultraderecha en la comunidad.

La sede autonómica amaneció ayer cubierta de huevos, mientras que la de Valladolid fue escenario de una protesta durante la que se corearon lemas en contra de la amnistía y Puigdemont, al estilo de la que se celebró anoche frente a la nacional, en la calle Ferraz de Madrid, que encabezaba el vicepresidente del Gobierno de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que, curiosamente, esta mañana cancelaba su agenda en la capital del Pisuerga.

Tudanca exige a Mañueco que se moje

A raíz de estos incidentes, el líder socialista en la comunidad, Luis Tudanca, y los nueve secretarios provinciales, han exigido de forma unánime al presidente del Gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, que condene las coacciones a políticos y sedes.

Tudanca y sus jefes de filas en las nueve provincias condenan los ataques sufridos ayer que consideran “alentados, sin duda, por Vox y con el silencio cómplice del Partido Popular de Mañueco”.

Rechazan, además, las “coacciones personales realizadas a dirigentes socialistas a través de redes sociales y afirman que “estas actitudes antidemocráticas no lograrán amedrentar a un partido con 140 años de historia y que ha sufrido una guerra, la persecución de una dictadura y el exilio”.

El PSOE, continúan, “ha dedicado mucho trabajo y esfuerzo a defender los derechos, las libertades y la convivencia y lo seguirá haciendo de manera democrática, amparándose en la Constitución Española, por mucho ruido que produzcan los llamados patriotas, añaden”.

Por otra parte, exigen a Mañueco, que desautorice a su vicepresidente “ante los insultos personales y llamadas al odio, a la violencia y a los altercados contra el PSOE y sus dirigentes”.

También le piden que condene los asedios y ataques a las sedes del Partido Socialista en Castilla y León en lugar de justificarlos pidiendo “reflexión” a los acosados.

“No puede ser que el presidente de una comunidad autónoma ampare estos actos de violencia y se calle ante los insultos personales de su vicepresidente a los representantes de los ciudadanos”, lamentan, concluyendo que, si no condena, “se muestra cómplice” de los actos y sus consecuencias.

“¿Hasta cuándo va a permitir Mañueco estos altercados sin asumir responsabilidades?”, se preguntan.