El primer Pleno en las Cortes de Castilla y León en este curso político pivotó alrededor de los incendios forestales que protagonizaron el verano en la comunidad autónoma.

Cerca de 100.000 hectáreas de espacios verdes, paisaje y entornos de sus pueblos perdió Castilla y León desde junio, durante el verano de 2022, en las nueve provincias castellanas y leonesas, pero ni el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, ni el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, reconocieron responsabilidad alguna, pidieron disculpas, garantizaron cambios, ni asumieron culpas.

Por el contrario, volcaron sobre la oposición (PSOE, Podemos, Ciudadanos, UPL, Soria Ya), la penosa imagen que la comunidad ha presentado a nivel nacional estos meses de estío, y no sólo por el fuego en sí.

Los bomberos forestales no existen

El consejero de Medio Ambiente arrancó su intervención afirmando que en esta comunidad autónoma los bomberos forestales no existen, porque tienen más capacidad que la de extinguir incendios.

“El concepto de bombero forestal en esta comunidad no existe”, dijo Quiñones ante la Cámara, “porque estos profesionales tienen muchas más capacidades que las de extinguir incendios forestales: también la de los tratamientos selvícolas, que les vale para unos momentos, pero no para otros”. Y concluyó, eso sí, reconociendo su trabajo.

El drama del verano ha estallado, durante meses, en incontables quejas de los profesionales del operativo de extinción, que incluyeron el escaso avituallamiento, las mejorables condiciones laborales que sufren, la escasez de efectivos en el operativo que obligaba a turnos inhumanos, la tardanza en poner el protocolo de peligro alto en marcha, a pesar del devastador fuego de la Sierra de la Culebra en junio, y el hecho de que, en pocos días, a principios de octubre, la mayoría de quienes se batieron la vida contra las llamas este verano, estarán en el paro.

Pero sobre todo, quienes han estado luchando contra estos gigantescos incendios en el verano de 2022 llaman la atención acerca de la inexistencia de una figura profesional que ampare laboral y salarialmente su trabajo en la comunidad, la figura de bombero forestal, puesto que en Castilla y León, quienes luchan contra el fuego, oficialmente, son peones, con sueldo y contrato de peones.

Mientras el secretario general del PSOE de Castilla y León y portavoz en las Cortes, Luis Tudanca, acusaba a Fernández Mañueco de hacer promesas tras promesas “con el único objetivo de salvar su cuello y el del consejero Quiñones”, el presidente acusaba a Tudanca de haber asegurado que la culpa de lo sucedido este verano era del operativo.

“No lo entiende”, contestaba Tudanca en su Twitter, a posteriori, “la culpa de los incendios no es de ningún gobierno, pero la gestión de su extinción y los medios del dispositivo sí lo es. En Castilla y León se han quemado 95.000 hectáreas porque mantener el operativo todo el año era un despilfarro, según el PP”, recordaba, en referencia a las palabras de Quiñones en una entrevista de prensa.

“Un pijo de ciudad”

Al mismo tiempo, definía al portavoz de Podemos, Pablo Fernández, como un “pijo de ciudad”, y acusaba al portavoz de la Unión del Pueblo Leónes, Luis Mariano Santos, de no tener decencia y ser “un cobarde”.

Su desvergüenza es inconmensurable. Usted no es consciente de la magnitud de la tragedia”, respondía Fernández, “95.000 hectáreas calcinadas y tres muertos ante la pasividad de su ejecutivo, de PP y Vox, que miraba, como las vacas, al tren”.

“Pero estaban avisados”, dijo el procurador de Podemos, “porque año tras año les exigimos un operativo de prevención y extinción de incendios público, durante todo el año, suficientemente dotado de medios personales y materiales, coordinado, con suficiente financiación y condiciones dignas para los bomberos forestales, pero ustedes, contumaces, lo rechazan año tras año, con las desoladoras consecuencias que ahora lamentamos”.

“Se esconde usted detrás del presidente para no asumir sus responsabilidades. Haga usted lo que quiera”, le respondió el portavoz de UPL, “pero pasará a la Historia como el peor consejero de Medio Ambiente de esto que ha sido llamado Castilla y León”.

Tudanca: “Intentan blanquear su imagen”

En el debate ante el Pleno de las Cortes, Tudanca fue tajante al asegurar que el PP “promete ahora todo lo que ha negado durante años” a los profesionales forestales, a los agricultores y ganaderos o para mejorar el dispositivo. “Ahora solo intentan blanquear su imagen”, argumentó el líder socialista en el primer Pleno de este período de sesiones.

Se mostró duro al recordar las palabras del consejero de Medio Ambiente cuando sostuvo que era “un despilfarro” tener el operativo durante todo el año porque “no parece que sea un despilfarro para ustedes los 100.000 euros para un amiguete” para llevar la comunicación del Operativo de extinción de incendios. “¿Eso no es un despilfarro, verdad?”, añadió.

Tudanca se refería así al contrato, adjudicado por la Consejería de Medio Ambiente de Quiñones, a la pareja de un cargo de su departamento, por 104.000 euros, para la gestión de las redes sociales que informan sobre el estado de los incendios que se registran en la comunidad, una adjudicación que se concedió mediante un procedimiento negociado, sin publicidad.