La bandera LGTBI ondea desde este lunes en las Cortes de Castilla y León. Sin embargo, no lo hace en su fachada principal, sino en la cuarta planta del edificio, donde se ubican los despachos del PSOE. El portavoz socialista, Luis Tudanca, se refería a ello primero en rueda de prensa y después en Twitter. Así las cosas, frente a los medios de comunicación el representante del partido que está en la oposición aseguraba que su grupo no se plegaría “ante el fascismo ni ante los ataques al colectivo”.

Ya en redes, respaldaba su discurso subrayando que no dejarían que “avergüencen” a su tierra ni le “quiten los derechos”. “No pude evitar una sonrisa desde la ventana”, añadía en el mensaje, acompañado de varias fotos.

Respuesta a Vox

La decisión de colgar la bandera -que este año no se encuentra en el lugar donde se localizan los símbolos e insignias oficiales- llega como respuesta a Vox, quien se ha negado a que la fachada del lugar luzca con los colores del Orgullo, una decisión en contra de lo que viene siendo habitual en la comunidad autónoma.

El encargado de defender la medida de la formación ultra fue el presidente del Parlamento, Carlos Pollán, quien asumió, en una carta dirigida a la Fundación Triángulo, que “no iluminaría de forma especial el edificio” con los colores del Orgullo al considerar que el colectivo no es “vulnerable” ni está “desfavorecido”.

Polémicas de Gallardo

Por su parte, el presidente de la Junta, Juan García-Gallardo, sigue sumando polémicas en el cargo. La más reciente tenía lugar el pasado fin de semana, cuando aseguraba, en unas declaraciones que todavía dan que hablar, que la “finalidad del sexo” es “la procreación”. Con ello, el que es mano derecha de Alfonso Fernández-Mañueco  defendía que hay una “hipersexualización” de la sociedad, vinculando esto con los problemas demográficos.