El pasado 28 de mayo, Isabel Díaz Ayuso obtenía mayoría absoluta en las urnas y conseguía una victoria más para el Partido Popular en la Comunidad de Madrid, principal feudo conservador de España. La alegría de los populares por su victoria contrasta con la agónica situación que padecen, entre otros muchos servidores públicos, los profesores en la Comunidad de Madrid.

Los maestros de Educación Primaria, Educación Secundaria, Formación Profesional, Enseñanzas Artísticas, Idiomas e Inspección Educativa están protagonizando un verdadero éxodo de una región donde los profesores cobran menos, trabajan más horas y en peores condiciones.

403 maestros menos en Educación Primaria

403 maestros menos en la Comunidad de Madrid es el balance del Concurso de Traslados que, con la "finalidad de asegurar la prestación del servicio público de educación en las mejores condiciones de calidad”, la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso ha convocado este año en coordinación con los concursos de traslados de ámbito estatal convocados por el el Ministerio de Educación y el resto de autonomías.

Con esta convocatoria, la Comunidad de Madrid pretendía potenciar la “estabilidad y la consolidación de las plantilla de personal docente de Enseñanza Primaria”. Sin embargo, el resultado ha sido la pérdida de 403 agentes que la propia región considera “esenciales del proceso educativo”.

Lo cierto es que los datos proporcionados por el Ministerio de Educación no dejan lugar a dudas. Fueron 2.315 maestros con origen de Madrid y solo 1.912 los que han tenido como destino esta comunidad.

254 menos en Educación Secundaria y FP

Los datos en el concurso de traslados de personal docente de Educación Secundaria, Formación Profesional, Enseñanzas Artísticas, Idiomas e Inspección Educativa también son dramáticos. Y es que, según datos oficiales del Ministerio de Educación, el resultado del proceso es la pérdida de 254 agentes educativos. Todo ello a raíz de que frente a los 1.646 docentes que tienen como origen Madrid, solo 1.392 se han quedado en la región.

El balance está claro: 657 profesores menos en Madrid

Es decir, el balance de los mencionados concursos arroja un saldo negativo de 657 docentes menos en enseñanzas no universitarias. Un verdadero éxodo que se puede explicar desde otra óptica y que evidencia sin duda la mala salud que atraviesa la educación pública en la Comunidad de Madrid.

Es cierto, según los datos anteriormente mencionados y que han sido proporcionados por el Ministerio de Educación, que 165 agentes educativos han venido a la Comunidad de Madrid (64 maestros de primaria y 101 de Secundaria, FP, EOI, Inspección y Enseñanzas Artísticas). El problema es que frente a esos 165 agentes educativos, hasta 822 funcionarios de enseñanzas no universitarias se han marchado de la región gobernada por Isabel Díaz Ayuso.

Para paliar estos datos, la Comunidad de Madrid, previsiblemente, cubrirá con funcionarios sin destino definitivo e interinos las plazas, pudiendo alegar que el número de docente el curso que viene será el mismo. Pero en cualquier caso, este éxodo es muy significativo y demuestra que no solo los sanitarios huyen del feudo político del Partido Popular, sino también los docentes.

Los motivos del éxodo

Los motivos de los profesores para abandonar Madrid son muy variados a tenor por lo denunciado por los sindicatos educativos en los último meses.

De un lado, está claro que influye, y mucho, el motivo económico. Los sueldos de los profesores en España varían según la comunidad autónoma en la que se encuentren y una vez más, en Madrid son los más bajos. 2.513,94 euros al mes frente a los más de 3.019,27 euros de un profesor de Euskadi o 3.291,58 que se cobra en Ceuta y Melilla.

SIn embargo, desde UGT, Comisiones Obreras y CSIT Unión Profesional esgrimían, con motivo de la huelga convocada el pasado 26 de mayo, algunas de las reivindicaciones que explican que Madrid no sea una plaza atractiva para los agentes educativos.

“Las 35 horas semanales, la recuperación de las 18 y 23 horas lectivas, la bajada de ratio en todos los niveles y etapas educativas, la ampliación de plantillas para la atención a la diversidad, así como los cupos para la orientación educativas”, eran algunas de las demandas que se sumaban a otras reivindicaciones históricas como la “eliminación de la excesiva burocracia, la climatización de los centros educativos o la contratación de más profesorado”.

En definitiva, trabajar por una “mejor calidad educativa” que a tenor de los datos, en Madrid parece un utopía a día de hoy.