Murcia ya está desbloqueada. Partido Popular y, sobre todo, Ciudadanos, se han plegado a las exigencias de la ultraderecha y han reconocido que tienen un acuerdo con Vox. Los encargados de anunciarlo han sido el propio candidato del Partido Popular, Fernando López Miras, quien ha dicho que su partido va a “asumir plenamente” las condiciones de Vox, e Isabel Franco, por parte de Ciudadanos, que ha dicho que las exigencias de Vox “no son incompatibles” con las que ya habían firmado con el PP.

Todo apunta a que López Miras repetirá como presidente, esta vez tras unas elecciones, pues llegó al puesto tras la dimisión de Pedro Antonio Sánchez por los numerosos casos de corrupción en los que estaba implicado. Y la sesión de investidura podría tener lugar la semana que viene, en medio de la sesión homóloga que tendrá lugar en el Congreso de los Diputados, con Pedro Sánchez.

Un golpe de efecto para el Partido Popular y para Pablo Casado, que podrá presumir de cómo mantiene el poder en uno de los feudos populares, así como de su capacidad para llegar a acuerdos con la extrema derecha y conseguir que Ciudadanos rompa su promesa de no pactar con Vox, lo que erosiona al partido naranja. Y todo, mientras en Madrid fracasa la candidatura de Pedro Sánchez por la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Unidas Podemos.

El documento del pacto ya fue anunciado este jueves por Vox y en él había desaparecido la exigencia de reformar la Ley LGTBI de la región. Sí que sigue en pie la petición de luchar contra “la violencia intrafamiliar” en lugar de la violencia de género. Y se exige la creación de una ley de “Protección Integral de la Familia” y otra de “Protección de la mujer embarazada”, frente a las leyes de interrupción del embarazo. Sobre inmigración, exigen más control de fronteras y revisar la creación de centros para los Menores Extranjeros no Acompañados (MENA).