En los días posteriores al adelanto electoral convocado por el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el optimismo inundaba al Partido Popular. Los conservadores, trasladando la fórmula Ayuso, se fijaron el objetivo de gobernar en solitario. Pero el escenario ha cambiado por completo y el triunfalismo ha mutado a un miedo atroz a un posible descalabro en las urnas.

El mensaje que ahora se lanza desde el entorno del Partido Popular es de puro conformismo. La demoscopia ya no está del lado de los conservadores, que han visto cómo sus apoyos se reducían con el transcurrir de los días. Ahora, inmersos en plena campaña, quedan lejos los cantos de sirena que esbozaban una mayoría absoluta de Mañueco, distorsionándose hasta la sintonía que ahora suena en Génova, según avanza El Independiente: “Con 35 escaños es suficiente”.

El navío popular tenía el viento a favor en los primeros compases de la precampaña. Las previsiones indicaban que dos o tres abstenciones de Vox serían suficientes. Un mes después, los conservadores han perdido el empuje y los cálculos que manejan en la formación son más pesimistas. De los 41 sillones que se proyectaban en un principio, se ha pasado a 35. Es la barrera que se marcan para evitar la inclusión de la ultraderecha en el Gobierno de la Junta.

Todo lo que vaya por debajo del umbral sería una moneda al aire. Entienden que la negociación con Vox, en caso de obtener menos de 35 procuradores, sería una incógnita difícil de prever, pues ya quedaría en manos de Santiago Abascal. Voces conservadores verían este escenario como un descalabro absoluto, pues los planes de Pablo Casado no contemplaban la conformación de un Ejecutivo bicolor ni en Castilla y León ni en Andalucía – aún sin fecha -.

Crece el desasosiego

En el seno de Génova crece la inquietud. La demoscopia descansa sobre factores externos e “impredecibles”. La irrupción de la España Vaciada y sobre todo el ascenso de Vox ponen en jaque las pretensiones previas de los conservadores, que ya admiten que la campaña ha empezado “torcida”, pues el objetivo de esquivar a la ultraderecha se antoja harto complicado de materializarse.

Voces autorizadas del PP de Castilla y León advierten de que, de no producirse un giro sustancial en los sondeos, debería retocarse el argumentario en vías de limar asperezas con Vox, en lugar de mantenerse en la confrontación directa. En esta senda transita el modelo a seguir, Isabel Díaz Ayuso, que ya defendió ante las cámaras de Antena 3 “los intereses compartidos” de ambas formaciones en el proyecto común.

Ante este escenario, en el Partido Popular no descartan tampoco una repetición electoral. “Nadie quiere llegar ahí”, señalan desde la fuerza conservadora, pero les regalaría la baza de señalar a Vox como los responsables últimos de bloquear un Gobierno “elegido en las urnas por todos los castellanos y leoneses”.

Buenas sensaciones en el PSOE

La alegría siempre va por barrios y esta vez ha visitado la calle Ferraz. Los socialistas no son ajenos a la tendencia bajista del PP, aunque modulan su optimismo y mantienen los pies en la tierra. De momento los mensajes oscilan entre las “buenas sensaciones” y un entusiasmo sostenido.

Fuentes del parlamentarias del PSOE consultadas por ElPlural.com admiten que tienen “sentimientos extraños”. Por un lado ven al PP “más flojo de lo que parecía al principio”, pero por el otro detectan que “hay mucha gente inactiva” en este momento. Otras voces, en cambio, ven al partido “sólido” de cara a los comicios.

“Tendemos al alza, Unidas Podemos también y los demás partidos de la España Vacía consolidan sus escaños”, apuntan, al tiempo que subrayan que no ha habido “una sola buena noticia demoscópica” para los conservadores en esta última semana. “Están muy nerviosos”, abundan las citadas fuentes. Además, se encuentra el factor Igea, que ha conseguido “tracción” tras cuajar un “buen debate”.

Lo que tienen claro en las filas socialistas es que “Mañueco no es Ayuso” y “Castilla y León no es Madrid”. Creen que el PP se equivoca si pretende arrasar en la región “metiéndose con Sánchez”.