Cuando este sábado los bastones de mando recaigan en manos de sus nuevos dueños, el PP habrá consumado un vuelco histórico en los principales ayuntamientos de la comunidad más poblada de España. El acuerdo sobre la campana en Jaén, posibilita que, por tercera vez en la historia, los populares gobiernen las ocho capitales de provincia en Andalucía.

En Almería, Córdoba y Jaén los populares revalidan sus gobiernos. También destaca la aparición, por primera vez, de tres alcaldesas que gobernarán Almería, Granada y Huelva. Más allá de las capitales, los Ayuntamiento de otras grandes ciudades (de más de 100 mil habitantes) recaen en los populares: Marbella, Algeciras, Jerez o Roquetas de Mar son ejemplos.

El golpe de timón a la derecha también lo reflejan las Diputaciones provinciales. La de Huelva recae en los populares –siendo el principal botín por el estruendo político de los regantes en Doñana–, y seguramente controlarán también Córdoba y Granada. Cádiz será también para el PP, por el acuerdo de última hora con el alcalde de La Línea.

En Jaén, el PSOE obtuvo su resultado menos malo, venciendo por 300 votos al PP, aunque empatando en escaños. La pelota quedaba en el tejado de la agrupación Jaén Merece Más (con sus tres escaños), cuyo apoyo era decisorio. Tras semanas deshojando la margarita e incluso haber podido ‘hacerse un Borgen’ tras el ofrecimiento de la alcaldía por el PSOE, finalmente el bastón será para el popular Agustín González que, además, no tendrá que pactar con Vox, algo que, en el área de influencia de Moreno Bonilla, sí parece ser más incómodo que en otras comunidades.

Como fórmula novedosa, se crea una Comisión Mixta de seguimiento del acuerdo de coalición. Jaén Merece Más opta por el candidato popular para propiciar más inversiones en la ciudad, habida cuenta de que el gobierno de la Junta está en manos del PP y hay numerosos proyectos en ciernes. La misma situación se da en otro de los ayuntamientos de la provincia más disputados, el de Baeza (15.773 habitantes).

Menos expectación ha tenido la transición en la regiduría de la capital andaluza. En Sevilla, el popular José Luis Sanz será el nuevo regidor tras desbancar al socialista Antonio Muñoz con mayoría absoluta para el bloque de la derecha. Sanz simplemente necesita la abstención del partido de Abascal, tras dos legislaturas socialistas, la Plaza Nueva volverá a estar en manos de un alcalde azul.

El que también fuera alcalde de Tomares, ciudad dormitorio de Sevilla, ya ha afirmado que entre sus primeras medidas estará recortar la Feria de Abril a solo una semana. También anuncia que subirá los salarios de los directivos de empresas municipales, que en Sevilla gestionan la limpieza o el transporte público. En su equipo destaca el que fuera candidato de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, que gestionará la concejalía de economía y empresas y presidirá además el Pleno municipal.

También en Huelva la transición es apacible, eso sí, la nueva regidora Pilar Miranda ha precisado sentarse con Vox para firmar un acuerdo de investidura que la convierte en la primera mujer alcaldesa de la historia onubense. El acuerdo programático de diez puntos de PP y Vox, que tras este pacto se mantendrá en la oposición, fuera del equipo de gobierno.

El acuerdo programático con Vox implica que se "garantiza el refuerzo de la seguridad ciudadana", "la lucha contra la ocupación ilegal de viviendas" o luchar contra el "gasto superfluo e improductivo de la administración"… clásicos de la agenda de Vox que propone un plan integral para reforzar la identidad de Huelva como "la ciudad más antigua de occidente y la capital de Tartessos".      

En Cádiz, Bruno García obtuvo una mayoría absoluta que rompe con las dos legislaturas de José María González Kichi . En Cádiz el recuento de votos estuve ajustadísimo hasta el final, el edil número 14 no recayó en los populares hasta que no llegaron al 98% del escrutinio, imponiéndose a Adelante Izquierda Gaditana, donde Kichi no optaba a la reelección.

Ahora, los Clinton de Cádiz, Kichi y Teresa Rodríguez, formarán parte de las listas de Adelante Andalucía para el Congreso por la provincia de Cádiz, ocupando el puesto tres y dos de la lista de izquierda. Pero la expectación en Cádiz corresponde a las negociaciones para hacerse con la Diputación, donde el ganador precisa del apoyo de La Línea 100 x 100, la agrupación del alcalde linense Juan Franco, para constituirse en julio.

Málaga es la alcaldía que con más facilidad recae en el eterno regidor malagueño, Paco de la Torre, liderando la ciudad desde el 2000 y que, ahora, recupera la mayoría absoluta, en plena forma a sus 80 años. Igual en Almería, donde María del Mar Vázquez se convierte en la primera mujer en ganar unas elecciones municipales. Su mandata ya se adelanta combativo con el gobierno de Pedro Sánchez, reclamando infraestructuras y conexión ferroviaria de alta velocidad.

En Córdoba José María Bellido también obtuvo una apacible mayoría absoluta y otro tanto histórico para el PP: es el primer alcalde popular que consigue la reelección en la ciudad califal. Su estilo replica el perfil moderado y sin estridencias de Moreno Bonilla y en la campaña señaló al propio Paco de la Torre como referencia, gobernando en clave local y sin aspiraciones extraterritoriales en la política. Su equipo de gobierno da cabida a a una excandidata de Ciudadanos al excoordinador local de Vox.

Más sorpresa supone la aparición de otra primera alcaldesa en la historia de Granada. Marifrán Carazo desbancó al socialista Paco Cuenca con mayoría absoluta. Carazo era una cara nueva que contaba con el omnipresente Juan Moreno como impulsor de su candidatura. Su llegada a la Plaza del Carmen pretende pasar página con los turbios años del PP en la ciudad de la Alhambra, con las crisis de 2016 de la Operación Nazarí y el desgobierno en coalición con Luis Salvador (Cós).

Granada refleja el peso creciente del bipartidismo en Andalucía, con más peso evidente para los populares, habiendo quedado las opciones a la izquierda del PSOE orilladas por su división interna. Granada Unida y Podemos y Más País han pagado su divorcio, quedándose sin escaños.