Pese a todo, los ánimos no son malos. Cierto es que Juan Espadas jugaba este primer día de campaña en casa. El candidato del PSOE a la Junta de Andalucía eligió Sevilla -la ciudad de la que fue alcalde hasta hace apenas unos meses-, y municipios limítrofes como La Rinconada -donde arrasa el PSOE-, para dar el pistoletazo de salida a unos días en los que los socialistas aseguran que “se dejarán la piel y lo que haga falta” para ganar las elecciones autonómicas del próximo 19 de junio. 

En contra de las encuestas, desde el PSOE insisten en que pueden ganar a Juan Manuel Moreno Bonilla y que Andalucía no se ha vuelto de derechas (o al menos, tan de derechas).

La cuestión estriba en saber por qué, en contra del parecer de todas las casas encuestadoras -y seguramente del ambiente general que se respira en la calle-, algunas dirigentes del PSOE aún creen que Espadas puede llegar a San Telmo. 

Estas son las tres principales razones que esgrimen -en privado- algunos dirigentes socialistas:

1. Un PSOE-A fuerte y sin guerras internas es una maquinaria electoral 

En sus intervenciones públicas Juan Espadas siempre saca pecho de que en apenas un año ha conseguido reconstruir -y pacificar- un PSOE que se presenta de nuevo a estas elecciones autonómicas “unido y centrado en lo importante, en la sociedad andaluza y sus necesidades”. O dicho de otro modo, que atrás quedaron las guerras entre los susanistas y sanchistas que tanto desanimaron al votante socialista a acudir a las urnas en las últimas elecciones autonómicas. 

El PSOE de Andalucía tiene 47.000 militantes en todos y cada uno de las 785 localidades de la comunidad autónoma. Es el partido que dirige más gobiernos locales en las ocho provincias -salvo en Almería, donde empata a 46 con el PP-, y sus militantes y dirigentes han conseguido ganar elecciones, una y otra vez, durante casi cuatro décadas, en esta tierra. 

Los socialistas cuentan con más de 450 alcaldes en Andalucía (frente a los 170 del PP y 81 de Izquierda Unida) que a lo largo de la campaña llamarán a sus conciudadanos a seguir creyendo en un PSOE que adoptó el andalucismo como su propia forma de ser.  

2. El voto útil frente el auge de Vox y la importancia de la campaña electoral 

Dirigentes del PSOE consultados por este periódico tampoco tienen duda que Macarena Olona, la candidata de Vox, ganará protagonismo según avance la campaña electoral y que atraerá a las filas del partido de extrema derecha a antiguos votantes del PP. 

Frente al auge de Olona, los socialistas confían en hacer una buena campaña electoral -principalmente la primera semana- para convencer a los indecisos que pensaban pasarse al PP o a los podemitas descontentos con las guerras internas de Unidas Podemos y Adelante Andalucía.

3. El voto oculto y una Andalucía que sigue siendo de izquierdas 

En cada una de sus intervenciones, Espadas repite que “si votamos todos, ganamos las elecciones”. ‘No es solo un eslogan, son matemáticas’, esgrimen algunos socialistas.  

En las últimas elecciones generales celebradas en 2019, con un 65,91 % de participación, el PSOE obtuvo 1.425.126 votos, el PP se quedó en 877.202 y Vox, a un paso del sorpasso de los populares, obtuvo 869.909 sufragios. Podemos alcanzó 559.628 votos y Más País sumó 56.445 papeletas. 

Andalucía era de izquierdas en 2019. ¿Lo ha dejado de ser en tan solo dos años? ¿Existe un voto oculto al PSOE que dice que no va a votar pero que finalmente acudirá el 19 de junio a las urnas? ¿Y si la ‘carambola política’ que llevó a Juan Manuel Moreno Bonilla a San Telmo no se repite en 2022? 

O por el contrario, ¿se ha vuelto Andalucía de derechas sin que el PSOE-A se haya dado cuenta?