El acto institucional de celebración del 40 Aniversario del Estatuto de Autonomía en Castilla y León se ha quedado en poco más de diez minutos; los que el presidente, Carlos Pollán, ha tardado en leer cuatro folios en los que ha hablado de una región, -y no las dos que conforman la Comunidad Autónoma-, a la que, con esas palabras, ni siquiera se ha referido.

Tampoco ha habido entrega de Medalla de Oro de las Cortes, ni a la Guardia Civil, ni al operativo de incendios que se dejó la piel luchando contra el fuego este verano, y que el PSOE propuso entregar ex-aequo, ante la ausencia de consenso entre los grupos, por primera vez en estos 40 años. Vox no contó, siquiera, con el apoyo de su socio, el PP, a su imposición.

Pollán ha dedicado cuatro párrafos a llamar a la “dignificación de la política”, y a apelar al consenso y la ejemplaridad desde las Cortes de Castilla y León.

“Debemos, asumiendo las legítimas discrepancias que puedan existir entre nosotros”, ha dicho, “aceptarlo, respetarlo y proporcionar un ejemplo a nuestros conciudadanos, y por qué no, también al resto de españoles. Que vean que la concordia entre quienes piensan diferente es posible”.

El presidente ha asegurado respetar “el marco jurídico que nos hemos dado todos los españoles” y ha rechazado “filibusterismos políticos”.

Al término de esos trece minutos, acogidos sin aplausos por los procuradores de la oposición, -salvo Soria Ya, que lo ha hecho “por educación”-, los portavoces de los grupos, excepto Vox, que ha rechazado atender a los periodistas, han comparecido en el Salón de Recepciones de las Cortes, acusando a la extrema derecha de incumplir el Estatuto, de “hipocresía” y de “estar dinamitando la autonomía desde dentro”.

Tudanca: Vox parasita la autonomía

“No sé si es peor la crispación o la nada”, ha dicho el portavoz de los socialistas, Luis Tudanca, “porque es que no ha dicho nada, sólo que acepta el marco jurídico; está bien que un año después de ser presidente de las Cortes acepte el marco jurídico, porque ellos no creen en el Estado de las Autonomías, y han dicho expresamente que venían a destruirlo, y sin embargo, el señor Mañueco y el señor Feijóo les han dado los mandos de las Cortes y la Vicepresidencia del Gobierno de Castilla y León”.

Tudanca, que también se ha referido al “ejercicio de hipocresía, que cuesta aguantar, escuchándole hablar de concordia”, ha lamentado que Pollán no haya citado a la Comunidad Autónoma, ni a la “autonomía”,  ni a la igualdad, o la violencia de género en su discurso.

“Vienen a dinamitar el Estado de las Autonomías desde dentro, parasitándolas, degradando la política para que la gente desconfíe y se aleje de ella”, ha concluído.

Igea y Fernández: Vox devora al PP gracias al pacto de Feijóo

En el mismo tono, profundamente crítico, se han expresado Francisco Igea, de Ciudadanos, y Pablo Fernández, de Unidas Podemos, al término del acto institucional.

Fernández ha calificado el día como “triste”, porque “sufrimos”, ha dicho, “un Gobierno PP-Vox que constantemente mancilla, pisotea, conculca, infringe y vulnera el Estatuto”, de modo que, entiende, “no hay nada que celebrar”.

El portavoz de UP ha añadido que desde el Gobierno “se ataca y hostiga a las mujeres, los migrantes, el colectivo LGTBI, se margina a los más vulnerables, se utilizan bulos y mentiras y se rompen consensos de muchos años, como el Diálogo Social, atacando a sindicatos y empresarios.

“Nos están llevando a la ruina social y económica, y emponzoñando la convivencia, degradando las instituciones, convirtiendo el Parlamento en una pocilga, y esto es insostenible, porque es el pacto con Vox el que está devorando al PP, y es Feijóo el máximo responsable de este deterioro”, concluyó.

“Ha hablado de filibusterismo parlamentario: sorprendente viniendo de donde viene”, ha ironizado Igea, acusando al Gobierno de Mañueco y Gallardo de bloquear iniciativas legislativas como la Ley de Transparencia o la Ley de Garantías, y al Parlamento de incumplir su función principal: legislar y permitir el control de la acción de gobierno.

Igea ha recordado, además, los reiterados y graves insultos y descalificaciones personales escuchadas por parte de Vox durante las sesiones de control al Gobierno de este año, “encabezadas por el presidente de la Junta de Castilla y León”, ha dicho.

Preguntado, sin embargo, al respecto, el portavoz del Partido Popular, Ángel Ibañez, éste ha normalizado ese clima, exacerbado por la extrema derecha, asegurando no entender por qué insultos como los pronunciados por el vicepresidente de la Junta, Juan Garcia-Gallardo (“imbécil”, “banda criminal”) y replicados por algunos de los miembros de su grupo parlamentario en sesiones plenarias y comisiones, han levantado tanta polémica, cuando otros insultos anteriores de otros grupos no lo hicieron.

Por Ávila y Soria Ya

En ausencia de la Unión del Pueblo Leonés, los partidos provincialistas que tienen representación en la Cámara, Por Ávila y Soria Ya, han reclamado atención para los territorios a los que representan, cohesión y equilibrio territorial.

El portavoz de Por Ávila, Pedro Pascual, ha considerado que no se cumplen los preceptos del Estatuto de Autonomía que hoy se conmemoraba, en concreto la cohesión y el equilibrio territorial que reconoce el artículo 43,3 dijo, y que sigue sin avanzarse en la descentralización necesaria contra las desigualdades entre provincias.

Pascual lamentó, asimismo, la falta de consensos en las Cortes: “Ni para dar una Medalla se han puesto de acuerdo”, ha dicho, “desgraciadamente, Castilla y León sólo es noticia por enfrentamientos e intereses partidistas”.

Por su parte, Vanessa García, de Soria Ya, se mostró igualmente pesimista sobre el desarrollo autonómico. “Hubo un tiempo”, dijo, “en que los sorianos teníamos esperanza en que el Estatuto revirtiera el olvido de la provincia, pero ahora ya somos pocos los que confiamos, porque aquellos tiempos en los que se intentó vertebrar, quedaron atrás”.

García añadió que “desde el sofá de casa se ve todo distinto, y aquí es todo una decepción: por buenas que sean las propuestas, dependiendo del partido que las presente, ya sabes que no se van a aprobar”.

En su opinión, el discurso de Pollán “ha sido teórico, y la teoría ya nos la sabemos, queremos hechos, y le he aplaudido por educación, porque tenemos un presidente de las Cortes, nos guste o no”.