El consejero de Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, ha cifrado en 2.000 los menús de Telepizza repartidos este miércoles a escolares con beca comedor por recibir sus familias la Renta Mínima de Inserción (RMI), una iniciativa destinada a suplir las necesidades de este colectivo tras el cierre de colegios decretado por el estado de alarma instaurado el viernes pasado por el Gobierno central ante el coronavirus. La cifra supone el 17,3% de los niños que tenían acceso al menú, dado que la Comunidad de Madrid cifró a este colectivo en 11.500 alumnos.

A continuación, Ossorio ha asegurado que no da "mucha trascendencia" a las críticas a esta medida, que entienden que no es lo adecuado cubrir esta necesidad con comida rápida. "Estos días no estoy haciendo política, tenemos que estar unidos. Esas críticas vienen de sector de la izquierda", ha lanzado el consejero en una entrevista en Onda Madrid, en la que ha asegurado que, antes de tomar esta decisión, se intentaron otras fórmulas que no fueron viables como que comiesen en restaurantes cercanos a sus casas, enviarles paquetes de comida o colaborar con los ayuntamientos de la región, de los que "solo 24 aceptaron" ayudarles.

Además, ha detallado que el menú de este primer día ha consistido en una ensalada mediterránea, 'pops' de pollo con cereales y bebida y que mañana el de Rodilla consistirá en ensalada mediterránea y yogur. "Los que los critican es que no han visto los menús, que si lo hicieran verían que pizza solo hay un día", ha señalado el consejero, que ha obviado detalles como que, en el caso de Telepizza, los niños celíacos e intolerantes al gluten solo tienen acceso a comer todos los días pizza de bacon y queso.

La explicación a la baja incidencia del plan del Gobierno Ayuso está en que los establecimientos de los restaurantes solo están en 40 municipios, de los 179 que tiene la Comunidad de Madrid, y a ciertas dificultades en la logística, que pueden estigmatizar a los menores, como que los niños tengan que ir solos a los restaurantes, con el DNI encima, o que los padres tengan que acudir con el Libro de Familia. La Comunidad de Madrid ha tomado esta medida después de cancelar los contratos con los comedores escolares, tras el cierre del espacio educativo, que ha provocado el despido o el ERTE de los trabajadores de estos servicios que sí cubrían a la totalidad de la población infantil.

Clases a distancia

Por otra parte, al ser preguntado por cómo está funcionando la educación telemática -que arrancó el pasado miércoles con el cierre de centros-- ha asegurado que está funcionando de "manera extraordinaria" y ha señalado que durante esta crisis el tráfico generado por EducaMadrid se ha triplicado, al igual que el de las aulas virtuales.

En esta línea, ha puesto el foco en la formación del profesorado para la docencia a distancia, cuyos recursos se han visto multiplicados por veinte; mientras que el número de email, según el consejero, se ha duplicado y ha alcanzado los 1,9 millones a raíz del "esfuerzo de los docentes para mantener el contacto con los alumnos".

De hecho, ha afirmado que esta es una de las "partes buenas" de la crisis, ya que "no va a haber marcha atrás" en esta adaptación digital, por la que van a tener que ampliar los servidores por el crecimiento que han tenido los recursos de educación telemática durante el confinamiento domiciliario.

A continuación, al ser preguntado por la Evaluación de Acceso a la Universidad (EvAU) -fechada para los primeros días de junio en la región-- ha indicado que se plantea retrasarla, cuestión que se debatirá la semana que viene en un comisión telemática entre todos los consejeros del área de las diferentes autonomías y la ministra de Educación, Isabel Celaá; pero ha adelantado que, de darse el caso, "se adaptarán los plazos para que los de segundo de Bachillerato no sufran por culpa de esta crisis".