Apenas 48 horas después de que el feminismo tiñera de morado las calles de varios puntos de la geografía española con motivo del 8M, Rocío Monasterio ha urgido a Isabel Díaz Ayuso a suprimir la ya per sé escueta cifra de 33 millones de euros que la Comunidad de Madrid dedica a políticas de Igualdad.

Durante la sesión de control en la Asamblea de Madrid, la líder de Vox en la capital ha lamentado que “estamos en el peor momento con el peor gobierno posible”, haciendo alusión al Ejecutivo nacional comandado por Pedro Sánchez. “Una cesta de la compra que muchas familias no pueden asumir. Los madrileños están preocupados”, ha criticado, al tiempo que ha asegurado que ha recorrido “muchas zonas de Madrid con un cuaderno” en sus manos apuntando las necesidades de los vecinos.

“No sabían cómo iban a poder abrir sus negocios. Algunos solo con abrir pierden dinero. En este contexto tenemos que ver que sus señorías con mascarilla moradita tenemos que ver cómo gastan 20.000 millones [para el nuevo plan de Igualdad 2022-2026]. Le están robando a la gente que se esfuerza”, ha expuesto.

Tres opciones

Así, Monasterio ha advertido a Ayuso de que tiene tres opciones: “La de Borrell, trasladar la responsabilidad a los ciudadanos; la del populismo, culpar a otro; o tomar las riendas”. En este punto, la dirigente ultraderechista ha urgido a Ayuso “eliminar los 33 millones que dedica a feminismo”. “En esto nos va a tener con usted. Aíslese de los ataques de la izquierda. No tienen anda que hacer si vamos juntos. Déjese de otras cosas”, ha apuntillado.

La presidenta autonómica ha recordado que justo hoy, 10 de marzo, se cumplía un año desde que se convocaran elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid. Y desde entonces, “hay mucha más estabilidad y estamos centrados en lo importante, no en el ruido de la izquierda”.

Y ha continuado cargando contra Sánchez: “Nosotros no provocamos la pandemia y no hemos provocado esta guerra y mucho menos el precio de la energía. Lo que está claro es que todo lo marca la guerra de Rusia contra Ucrania. Tenemos la mano tendida para ayudar a los desplazados.  Necesitamos seguir ofreciendo todos los servicios públicos, pero para eso necesitamos saber cuántos son [los refugiados]. Como no hay gobierno, no hay nadie al volante, no sabemos cuántos son. Queremos una política de inserción”.